28 ene. 2025

“Vender pollo descongelado como fresco es un engaño”

El contrabando se ofrece en la vereda de los negocios._29951204.jpg

Riesgo. Los pollos de contrabando tampoco son seguros.

“Vender pollo descongelado como fresco es una forma muy vil de engañar a los consumidores”, advierte Blanca Ceuppens, presidenta de Granja Avícola La Blanca, quien destacó que esta situación irregular constatada cada vez con más asiduidad en algunos comercios locales y en los mercados municipales debe ser investigado por instituciones como la Sedeco y los ministerios de Industria y de Salud Pública por poner en riesgo la salud de los consumidores y afectar la producción de las industrias paraguayas del sector.

Agregó que estos productos que no cuentan con la trazabilidad exigida para el consumo seguro por los humanos, constituyen en un gran peligro para la salud de los consumidores.

Los pollos congelados son producidos en plantas de procesamiento habilitados por el Servicio Nacional de Calidad y Saneamiento Animal (Senacsa), y para ser autorizada su comercialización deben contar con el registro del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (Inán), además los productos deben exhibir fecha de producción, número de lote y vencimiento.

Este es el proceso habitual que cumplen las industrias productoras de pollos en el país, como es el caso de la Granja Avícola La Blanca, al exponer los requisitos que deben de cumplir para ser aptos para el consumo seguro del producto por los humanos.

Este hecho viene a colación, en relación a la proliferación en el último tiempo de la venta de pollos descongelados, que no respetan la cadena de frío, y que son vendidos como frescos por algunos comercios o en hasta en la vía pública en los mercados municipales.

“Los pollos congelados deben ser transportados en camiones refrigerados, habilitados para ese efecto. Los mismos tienen una garantía de calidad avalados por certificados y manuales de buenas prácticas”, asegura Ceuppens.

Manipulación. La empresaria avícola resaltó que los productos no se deberían manipular, sacándolos de su envase original y menos descongelarlos para comercializarlos como frescos, porque pierden su trazabilidad.

“Se desconoce el tiempo transcurrido desde que estuvo congelado y está simulando que es un producto fresco, por lo que el precio aparenta económico porque está comparándose con otro de diferentes características y que fue manoseado”, alerta Ceuppens.

La productora industrial de pollos alega que el consumidor ignora todo el proceso que debe respetar el producto para ser seguro para el consumo humano.

“No se pone a conocimiento del consumidor toda esta situación. De esta forma se está engañando al cliente, que está pagando por un producto que cree que tiene ciertas características”, remarca Ceuppens.

La empresaria concluye que si en el comercio descongelaron el producto, los consumidores lo vuelven a congelar en sus casas y descongelar para el consumo, lo que reproduce las bacterias de manera exponencial y cambia el sabor y la textura.