La mancha color verde brillante apareció en el canal que conecta Campo San Luca con el Gran Canal y poco a poco se fue extendiendo por el resto de los canales venecianos después del inicio de la Vogalonga, una regata que se celebra desde 1974 y que nació como manifestación para proteger la ciudad.
Según el diario La Repubblica, la sustancia que tiñó de verde el agua no parece ser tóxica y podría ser el colorante de uno de los líquidos que se usan para descubrir donde hay fugas o que utilizan los espeleólogos.
La agencia de Protección para el Ambiente de Veneto (Arpav) está realizando análisis para verificar de qué está compuesto el líquido.
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El prefecto de Venecia convocó a una reunión de coordinación urgente entre las distintas fuerzas policiales de la ciudad para conocer su origen y estudiar las acciones a tomar.
Los medios italianos señalaron que este episodio recuerda la iniciativa del artista argentino Nicolás García Uriburu, fallecido en 2016 a los 79 años, quien en 1968 había vertido un líquido verde fluorescente en el Gran Canal para protestar contra la contaminación del agua.
Por el momento ningún movimiento ha reivindicado esta acción y también negaron su implicación los activistas ecológicos de “Última generación”, que en los pasados días arrojaron pintura negra al agua de la Fontana de Trevi de Roma y a otros edificios y obras de arte para protestar contra la falta de atención al cambio climático.