Agentes de Estados Unidos llevaron ayer todos los documentos y pruebas del avión iraní retenido en Argentina, volvieron a encender sus motores y se encuentran realizándole tareas de mantenimiento. Mientras tanto, Venezuela sigue reclamando que la aeronave sea devuelta a su territorio. Esta nave había transportado el año pasado una multimillonaria carga de cigarrillos de la empresa Tabesa a Aruba. De acuerdo con lo que recoge el medio Clarín, especialistas en tráfico aéreo revelaron el pasado miércoles 29 de marzo que en una pista desactivada del aeropuerto de Ezeiza, Argentina, los motores del avión iraní, el Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur que quedó retenido en el vecino país, fueron encendidos por agentes de los Estados Unidos.
Según los informes, un grupo de alguaciles estadounidenses y de la Oficina Federal de Investigación o Buró Federal de Investigaciones, más conocido como FBI, llevaron todos los documentos y pruebas de la aeronave y tomaron su control. Aparentemente, el avión iraní es encendido y apagado para que se mantenga en condiciones de volar. Los abogados de la empresa Emtrasur están peleando por la restitución del avión, que en Venezuela es considerado motivo de campaña nacional del Gobierno de Nicolás Maduro.