29 abr. 2025

Veredas rotas y registros de servicios sin tapas son un peligro

INTRANSITABLES. En algunos puntos del microcentro las baldosas de las aceras están completamente levantadas. RESPONSABLES. Los frentistas deben mantener en condiciones la franja de tránsito exclusiva para los peatones.

A las aceras utilizadas como estacionamientos o como extensiones más de los comercios de Asunción se suman los problemas de veredas rotas y llenas de obstáculos que exponen al peligro a los peatones.

Las veredas rotas, desniveladas y con los residuos de las baldosas esparcidos son algunas de las barreras que el ciudadano debe esquivar para no caer sobre el pavimento. Pasando de estar expuestos a una caída, a ser golpeados por un vehículo.

A esta situación hay que añadirle el peligro de los registros de las empresas de servicios deteriorados por el tiempo, en la mayoría de los casos sin tapas, con hierros en punta y formando profundos hoyos cubiertos por hojas, por lo que son imposibles de ver y por eso son más peligroso para la gente.

La Ordenanza Municipal de la capital Nº 217/12, que reglamenta la construcción y el uso de veredas inclusivas, establece que la franja de circulación peatonal segura tiene que: Tener como ancho mínimo 1,20 metros; estar pavimentada en su totalidad y libre de obstáculos, como vegetaciones, mobiliarios permanentes o temporales.

El director general de Desarrollo Urbano, arquitecto Julio Ramírez, señaló que si bien las veredas son de dominio público, la responsabilidad de su mantenimiento queda a cargo del frentista, según el artículo 60 de dicha ordenanza. Una vez que la Comuna notifique al propietario, este debe arreglar su acera dentro de los 30 días hábiles contados desde la fecha de notificación y el plazo fijado para la terminación, que no podrá exceder los 45 días.

Ramírez comentó que la Municipalidad siempre notifica a los frentistas por sectores, pero no solo por las veredas en malas condiciones, también por la ocupación de las mismas. La transgresión a esta norma, según el artículo 65, es considerada una falta gravísima, estableciéndose multa de hasta 20 jornales mínimos; es decir, G. 1.686.800.

En caso de que los propietarios no cumplan con la construcción, reparación o reconstrucción de sus veredas, la Comuna se hará cargo y los costos serán fijados por ordenanza tributaria.

Pero no solamente mantener en condiciones las aceras es una obligación esquiva para los frentistas, también lo es cumplir con las especificaciones técnicas que la misma ordenanza en su artículo 27. Las veredas deben estar ‘‘pavimentadas con materiales perdurables, antideslizantes, resistentes, de fácil mantenimiento. Deben que estar libres de accidentes, irregularidades o piezas sueltas y de líquidos’’.

OBSTÁCULO. La acumulación de escombros, de basuras y de materiales de construcción también son muy frecuentes en las aceras están completamente prohibidas.

En algunas zonas del microcentro capitalino, las veredas de edificios abandonados suelen presentar más deterioro y acumulación de residuos, que si bien son aseados, las roturas de las baldosas constituyen el problema principal para contribuyentes asuncenos o visitantes.

Se notifica por sectores. La responsabilidad de mantener (veredas) en condiciones es de los frentistas. Julio Ramírez, director general