Vía Láctea
El telescopio espacial James Webb logró “asomarse” a la Galaxia Exterior Extrema, lo que está permitiendo a los científicos examinar una zona de formación estelar que recuerda a la Vía Láctea durante sus primeras etapas de formación.
La última publicación de datos del catálogo Gaia incluye información nueva y mejorada de casi 2.000 millones de estrellas de la Vía Láctea y “descubrimientos sorprendentes”, como la observación de terremotos estelares y de astros desconocidos.
El agujero negro del corazón de la Vía Láctea es un objeto extremadamente pequeño en el universo y capturar su imagen es como lograr la de una rosquilla en la superficie de la Luna. Para ello se necesita un telescopio del tamaño de la Tierra, que recoja millones de datos y los traduzca luego en miles de fotografías.
Un anillo –o más bien una rosquilla– anaranjado, pero no perfectamente esférico y con tres puntos más fuertes de luz; los científicos tienen claro que la histórica imagen que hoy desvelaron del agujero negro de la Vía Láctea (Sagitario A*) va a transformar la concepción del Universo.
Un grupo de investigación ha detectado rayos gammas de muy alta energía procedentes de una nova recurrente en la Vía Láctea.
Un grupo de astrofísicos descubrió un extraño objeto en la Vía Láctea que emite “enormes ráfagas de energía” intermitentes cada dieciocho minutos y que, según los expertos, no se parece a nada que hayan visto antes.
Hace 14 millones de años una serie de acontecimientos llevaron a la creación de una gran burbuja que es la responsable de la formación de todas las estrellas jóvenes cercanas a la Tierra, según un estudio que publica este miércoles Nature.
Los GRBs, o estallidos de rayos gamma, son las explosiones más violentas del universo desde el Big Bang, capaces de liberar en pocos segundos una cantidad de energía comparable a la que emitiría el Sol en toda su vida.
Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha captado las imágenes más profundas y nítidas hasta la fecha de la región situada alrededor del agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea.
Un equipo de astrónomos descubrió un pequeño agujero negro fuera de la Vía Láctea al detectar su influencia en el movimiento de una estrella cercana gracias al telescopio Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Un grupo de astrónomos detectó señales de radio inusitadas que provienen en la dirección del centro de la Vía Láctea y no corresponden a alguna pauta conocida de fuente de radio, según un artículo que publica este martes la revista especializada Astrophysical Journal.
En la constelación del Aguila existe una nube de gas cósmica donde una emisión de rayos gamma parpadea al mismo ritmo que un agujero negro cercano, lo que indica que existe una conexión entre ambos, según un estudio que publica Nature Astronomy.
Un equipo científico ha descubierto a 12.000 millones de años luz la galaxia más distante de características similares a la Vía Láctea, un hallazgo que aporta nuevas claves sobre el universo y pone en duda la teoría astronómica dominante.
En la Vía Láctea podrían haber unas 36 civilizaciones inteligentes y estarían a una distancia media de unos 17.000 años luz, consideró un estudio de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), que publicó The Astrophysical Journal.
El halo galáctico que rodea la Vía Láctea está a una temperatura de unos 10 millones de grados Kelvin, al menos 10 veces mayor de lo que se creía, un descubrimiento que podría ayudar a saber más sobre cómo se forman y crecen las galaxias, según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU).
Un grupo de astrónomos han capturado la imagen de un tipo súper raro de galaxia, descrita como un “anillo de fuego cósmico”, como los que existieron hace 11.000 millones de años, según publica este lunes la revista Nature.
La galaxia enana de Sagitario fue crucial en la evolución de la Vía Láctea e incluso el Sol podría haberse formado a raíz de una de las interacciones entre ambas, según un estudio de un equipo internacional de investigadores.
Las consecuencias de la explosión más potente de un agujero negro vista en el Universo fueron registradas por el telescopios de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Nasa.
Un grupo de científicos detectó una estrella “vampiro” situada a unos 3.000 años luz de la Tierra que está succionando el material de una nova enana marrón, que tiene una masa 10 veces menor, según un estudio divulgado este sábado.
Investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron la estructura gaseosa más grande nunca antes vista en nuestra galaxia, una onda compuesta por numerosas formaciones estelares interconectadas, que ahora se pueden observar gracias a un nuevo mapa en tres dimensiones de la Vía Láctea.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) y del Istituto Nazionale di Astrofisica (INAF, Italia) comprobaron que las galaxias masivas de tipo temprano siguen formando estrellas, aunque a un ritmo muy lento, informó el IAC.
Los agujeros negros estelares surgen del colapso de las estrellas masivas y en la Vía Láctea se calcula que hay unos 100 millones, pero el reciente descubrimiento de uno con una masa muy superior a lo que se creía posible echó por tierra algunas suposiciones sobre estos objetos y su formación.
Unas fuertes ondas gravitacionales registradas en el cosmos por el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO) revelaron lo que podría ser la primera detección de una estrella de neutrones tragada por un agujero negro. El fenómeno ocurrió el pasado 14 de agosto.
Una repentina luminosidad presentada por el agujero negro de nuestra galaxia tiene a los científicos y astrónomos “deslumbrados” y sin una explicación clara del fenómeno.
La Vía Láctea tiene la forma de un disco ondulado, según un mapa tridimensional de escala mayor que cualquiera anterior producido por un equipo científico internacional, según un artículo que publica esta semana la revista Science.
El explorador espectroscópico multiunidad (MUSE), instalado en el telescopio de largo alcance (VLT) en el Observatorio Paranal (Chile), ha captado intrincados detalles en luz visible de una región de formación de nuevas estrellas en la Gran Nube de Magallanes (LMC, por sus siglas en inglés).
Un equipo internacional de astrónomos ha hecho, gracias al telescopio Hubble, un hallazgo inesperado: una nueva galaxia enana en “nuestro patio trasero cósmico”, a tan solo 30 millones de años luz de distancia y casi tan antigua como el propio Universo.
Un equipo internacional de investigadores descubrió una estrella muy pobre en metales, lo que significa que es un objeto anterior al nacimiento del Sol y una de las más antiguas de la Vía Láctea, informó este lunes el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).