Maikol Chaparro, de 20 años, denunció en diciembre del año pasado que fue agredido presuntamente por el teniente de Fragata Éver Martín Dávalos Báez, en la Escuela de Formación de Suboficial de la Armada Paraguaya.
Manifestó que supuestamente Dávalos le rompió siete palos de escobas y que le aseguró que apenas él se reciba “se van a encontrar”.
“Quiero denunciar a este tipo porque siento temor por lo que le pueda pasar a mi familia, por lo que me pueda pasar a mí. La Armada no cumplió conmigo; este tipo va a volver a cumplir su servicio como si fuera que nada pasó", relató a un medio local.
Mencionó que realizó la denuncia en la Armada Paraguaya, y no así en la Fiscalía, porque desde la institución le prometieron que el sindicado como autor perdería su carrera e iría a la cárcel por la agresión que sufrió.
Manifestó que el presunto agresor, que apeló la condena, ya tiene antecedentes de actuar de esta manera y que él ya estaba por renunciar, pero un segundo comandante de la unidad —cuyo nombre no dio a conocer— fue a su vivienda a decirle a su familia que nada le iba a pasar y que Dávalos iba a pasar muchos años detenido.
"Él no le conoce a mi familia, por eso es que tengo miedo, no sé a quién le puede enviar para hacernos algo, no me siento más seguro saliendo de franco, no puedo confiar más en nadie”, concluyó.
El supuesto autor ya fue condenado, dice la Armada Paraguaya
Por su parte, el capitán José María Aguiar, director de Comunicación Social de la Armada, informó a Última Hora que el hecho se registró el 20 de diciembre pasado y que en aquella ocasión, supuestamente, Dávalos Báez le propinó golpes en la nalga a la víctima con un palo de escoba.
Relató que la víctima estaba culminando el primer curso; tras lo sucedido se quedó en la Armada durante seis meses más; pero en agosto pasado pidió su retiro voluntario porque supuestamente el presunto agresor salió en libertad y lo amenazó.
“El teniente está preso, fue condenado por la Justicia Militar a dos años por agresión, pero su condena no está firme porque él apeló. En el caso de que pierda el juicio en segunda instancia, deberá cumplir su condena y a los un año saldrá de baja deshonrosa de la Fuerza Armada porque no puede permanecer acá", expresó.
Al ser consultado si la víctima realizó la denuncia en la institución, mencionó que no y que ellos descubrieron que el entonces grumete tenía rastros de violencia durante una inspección de rutina. Tras esto, procedieron a realizar una investigación y fue así que lograron identificar al sospechoso.
"Él no comentó nada, nosotros descubrimos”, agregó.
El denunciante había dicho que había más víctimas; sin embargo, nadie presentó denuncia alguna. Actualmente el presunto agresor guarda reclusión en el Comando de Infantería de Marina.