El detenido, identificado como Javier Velázquez, no supo justificar la tenencia del arma de fuego al momento de la muerte de su pareja, Romina Rafar Sambrano (27).
La mujer, que se encontraba embarazada, recibió el disparo de una pistola calibre 22 en el abdomen.
El presunto autor del disparo expresó a Telefuturo que estaba tomando afuera de la vivienda cuando su pareja lo llamó y le preguntó qué tenía en su cintura. El sacó el arma y al bajar se disparó, supuestamente de forma accidental.
El detenido sostuvo que estaba bien con su pareja y que no se estaban peleando y que le había llevado cerveza a la misma, quien le estaba haciendo dormir a su bebé.
Velázquez señaló que el arma no tenía cargador y que no sabía que tenía una bala alojada en la recámara.
Manifestó que solo la tenía como protección por cosas que había hecho en su pasado y que ahora le estaban pasando factura.
Dijo además que no sabía que la mujer estaba embarazada. Como tampoco sabía su estado de salud y que apenas sucedió el hecho pidió auxilio a los vecinos, que trasladaron a la mujer en un automóvil, mientras que él se entregó en la comisaría.
Una testigo, vecina y amiga, manifestó que en otras ocasiones el hombre ya le había propinado golpes a la mujer, quien dejó tres hijos, dos de ellos con el hombre.
Relató además, que la mujer decía “me disparó” y pedía ayuda, además de decir en su estado de agonía que le dolía.