27 nov. 2024

Víctima relata cómo un desconocido forzó para entrar a su auto: “El miedo ya está"

El conductor del vehículo atacado por un hombre descontrolado manifestó su preocupación de que lo liberen pronto y vuelva a poner en peligro a otras personas. Comentó que más que la violencia física, quedó un daño sicológico, con un miedo a salir de la casa.

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Un hombre intentó ingresar a la fuerza al vehículo de una pareja que estaba en movimiento.

Foto: Captura de pantalla

Gustavo Gómez es el conductor del vehículo en el cual fue atacado junto a su esposa por Juan Francisco Ortiz (36).

La víctima relató que en el acceso a la ciudad de Luque, sobre la avenida Silvio Pettirossi, conocida también como Autopista, tuvo que esquivar a un auto que obstruía el paso, momento en que el agresor lanzó una llave que ingresó por la ventanilla de la camioneta.

Al bajar para entregarle las llaves, Gómez fue atacado a golpes, logró subirse nuevamente a su vehículo, pero Ortiz intentó entrar del lado del conductor y el ataque se dirigió a la esposa.

Gómez relató en Monumental 1080 AM que en todo momento el agresor se mostró violento y decía incoherencias como “por qué ustedes nomás son felices, yo también quiero ser feliz, llévenme”, “por qué gua’u este es tu auto, por qué gua’u no puede ser mi auto”, “la Senad me busca, déjenme ir”, “estoy lleno de morfina”.

Lea más: Hombre atacó a una pareja e intentó ingresar a su auto en movimiento

El conductor aceleró a 20 o 30 kilómetros por hora, de manera que el agresor se suelte, pero no fue posible. Paró detrás de un transporte público y mientras iba del lado de su esposa, pidió auxilio y llegaron entre seis y ocho personas para reducirlo.

En ese sentido, afirmó que no aceleró más porque temía pisarle a Ortiz y que incluso se muriera, lo que le hubiese valido una imputación, según le advirtió el propio fiscal Jorge Escobar.

Como tenía tanta fuerza y se dificultaba retenerlo hasta que llegara la Policía, un paramédico, aparentemente militar, lo ató de manos y pies.

Aunque su esposa tiene algunas lesiones, Gómez más bien habla del daño sicológico.

“Dentro de todo gracias a Dios fue una desgracia con suerte. Lo de mi esposa fue más sicológico que los arañazos van a desaparecer, pero el miedo ya está, ahora ella no quiere salir y demás, el miedo no se quita”, lamentó.

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Le molestaron las opiniones en las redes sociales de por qué utilizaban las ventanillas bajas: “Hasta qué punto llegamos que no podemos andar con la ventanilla abajo”, manifestó.

Para la pareja, el mayor temor es que Ortiz salga libre y que haya más víctimas.

Ambos se desplazaban desde el barrio Madame Lynch hacia la zona la Conmebol para buscarle el día de Navidad a la mamá de la mujer.

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