María relató que ella tenía 12 años de edad cuando fue llevada, bajo consentimiento de su madre, hasta una vivienda en el barrio Sajonia, sobre la calle 16 Proyectadas. Ahí formó parte del harén del comandante Leopoldo Popol Perrier, amigo de Alfredo Stroessner.
“Mi madre, en su tiempo libre, era payesera, y una de sus clientas era la madre de Pastor Coronel. Yo supongo que ella fue quien me eligió. Me llevaron hasta una casa en el barrio Sajonia, en 16 Proyectadas, ahí vivía el comandante (Perrier)”, explicó la mujer durante una entrevista en Monumental 1080 AM.
La mujer explicó que ella era parte del harén del comandante Popol Perrier, junto con otras niñas. “Él gustaba de estar en presencia de otras niñas cuando tenía relaciones sexuales conmigo”, explicó la víctima.
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María comentó que Stroessner iba ocasionalmente a almorzar a la vivienda, pero como ella era la favorita del comandante, este evitaba que el general la vea.
La víctima comentó que, cada tanto, iba con Perrier hasta Itá Enramada, a donde el dictador iba para tener relaciones sexuales con niñas. “Llegué a ver a cuatro niñas de 11 o 12 años que, cuando las trajeron, se encargaron de bañarlas y luego llevarlas hasta otro lugar, ya para fines sexuales”, detalló.
Su encuentro con el dictador
María explicó que fue abusada por Alfredo Stroessner en una ocasión, situación de la que nunca se enteró el comandante Leopoldo Perrier, ya que ella era su favorita. “Él estaba enamorado de mi”, refirió.
“Una vez fui, con mi madre, como candidata a miss de un club, y una mujer de nombre Coca se acercó a nosotras. Ella se quedó hablando con mi madre y, al día siguiente, me buscó. Mientras me bañaba, la mujer, me pasó un líquido para que me lo ponga en la vagina y escuché que dijo a mi madre que eso me haría parecer virgen”, detalló.
La víctima explicó que fue llevada hasta una vivienda, donde se encontró con el dictador y este abusó sexualmente de ella. “Después de eso, nunca más lo vi, pero debía ser un secreto el encuentro”, explicó.
Huellas imborrables
La mujer explicó que ella en un momento dado creyó que “esa era la vida”, que lo que le sucedía a ella y otras niñas más, era normal. “Esto lo voy a llevar toda la vida, las huellas son imborrables”, expresó.
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María dijo que se animó a contar la historia por sus hijos y nietas. “Yo no sé cómo reaccionaría si alguna de mis nietas pasa por esto. Cuento mi historia para que la gente sepa y no permita que esto se repita”, expresó.
La mujer dijo que ella siente que la experiencia la volvió una persona sin sentimientos.
Su huida
María recuerda que en octubre de 1985 aprovechó una de sus vistas a su madre para escaparse con un joven a quien conoció durante una de sus salidas. “Me escapé y huimos a España. Mi marido se dedicaba a un deporte”, detalló.
La víctima dijo que su madre siempre le dijo que ella debía ser obediente. Explicó que desde que ella formó parte del harén del comandante Perrier, la economía de su mamá mejoró.
La mujer supo de la caída de la dictadura cuando residía aún en el exterior. “Lloré, pero lo hice en silencio”, expresó.
“Imagino que otras mujeres adultas hoy están sintiendo lo mismo que yo. Lo que me resta quiero vivir en paz, que coma lo que coma, con lo que me alcance, pero quiero vivir compartiendo con mi familia”, dijo la mujer.
María asegura que no reveló su verdadera identidad por la tranquilidad de su familia. “Quiero darles todo lo que yo no recibí”, expresó.
30 años de democracia
El próximo 2 y 3 de febrero se cumplirán 30 años del golpe de Estado que culminó con 35 años del Gobierno dictatorial de Alfredo Stroessner.
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Bajo la dictadura de Stroessner, 20.814 paraguayos se vieron obligados a exiliarse de manera forzosa y 425 personas desaparecieron o fueron ejecutadas, según un informe de la Comisión de Verdad y Justicia.
Paraguay solo ha recuperado 37 cuerpos de los desaparecidos en ese periodo, de los que la Dirección de Memoria Histórica y Reparación solo ha conseguido identificar a cuatro.
El actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez, es hijo del secretario privado del dictador.