EFE
Cartes se refirió a la “fecha feliz”, un evento que durante la época de la dictadura conmemoraba cada 3 de noviembre el natalicio de Stroessner, tras participar este martes en la inauguración de una mezquita y un centro comercial en Ciudad del Este, la segunda urbe del país.
El actual mandatario, que pertenece al Partido Colorado, la agrupación política que respaldó a Stroessner durante su régimen, también alabó una obra realizada en el período dictatorial: la represa de Itaipú, próxima a Ciudad del Este y compartida con Brasil.
“Los que más le criticaron (a Stroessner) vivieron colgados de sus obras, quienes más le criticaron, más fuerte se agarraron. Por eso no hay que tener vergüenza”, expresó Cartes, según un audio difundido por los medios locales.
Las organizaciones de víctimas de la dictadura consideraron hoy estas palabras como una “reivindicación del régimen autoritario de Stroessner”, y señalaron que suponen un “retroceso grave” respecto a gobiernos anteriores.
Además, exigieron una rectificación por parte del mandatario de sus “desafortunadas declaraciones” que, según expresaron, “alejan a Paraguay de los países que abrazan y respetan los valores democráticos”, y constituyen “un hecho inédito y peligroso”.
Criticaron también que declaraciones de este tipo “implican la profundización de prácticas represivas, la continuidad de la impunidad para cientos de represores y la negación de la reparación para miles de víctimas de la dictadura y los familiares de los cientos de desaparecidos”.
Más de 20.000 personas fueron detenidas por motivos políticos durante la dictadura y la inmensa mayoría de ellas fue torturada en dependencias policiales y militares, según la investigación publicada por la Comisión de Verdad y Justicia en 2008.
El informe detalla además que más de 400 personas fueron víctimas de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, mientras que se estima que hubo un total de 100.000 víctimas indirectas de la represión y miles de paraguayos obligados al exilio.
Paraguay fue además uno de los impulsores del llamado Plan Cóndor, que durante las décadas de 1970 y 1980 coordinó la represión de la oposición política a los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, dejando miles de desaparecidos.
De los 448 presuntos responsables de crímenes cometidos durante la dictadura, algunos de ellos considerados “de lesa humanidad”, solo 8 fueron procesados, todos entre 1999 y 2008, según la Mesa de la Memoria Histórica.