El ser humano está diseñado biológicamente para conectarse emocionalmente, para amar y ser amado. Expresa y entrega amor de varias maneras, pero también espera ser amado de la misma forma. Sin embargo, no siempre en el vínculo amoroso ambos se sienten amados, comprendidos, valiosos e importantes para el otro. Para que ambos se sientan amados es fundamental alcanzar uno de los desafíos más grandes: Comunicarse adecuadamente.
Es posible comunicar eficazmente las emociones y el amor, cuando ambos están dispuestos a expresarse, comprender, validar, escuchar y recibir retroalimentación. Lamentablemente, no siempre ocurre así, generando una de las problemáticas más grandes en la relación que, en muchos casos, conduce a la ruptura de la relación.
Toda pareja tiene sus propios códigos emocionales en la comunicación. Algunos se comunican de manera superficial, intercambian información o comparten ideas y opiniones respecto a situaciones especiales o a lo cotidiano, sin hablar de lo que realmente sienten. Viven bajo el mismo techo, de una forma cordial y otras conflictivamente, como si fuesen vecinos o compañeros de trabajo, donde no hay profundidad en el vínculo.
Para alcanzar una comunicación eficaz
1) Ser abiertos el uno con el otro, confiar plenamente y mostrarse vulnerables, sabiendo que no serán lastimados, juzgados y/o manipulados.
2) Pasar de transmitir información, emitir ideas y opiniones, a reconocer el lenguaje amoroso del ser amado.
3) Reconocer que es imposible no comunicar. Toda conducta es una forma de comunicación, aún el silencio o la inacción. Decir “no nos comunicamos” es un error, ya que se comunica con un gesto, una mirada, con el tono de voz. Hay problemas cuando las palabras no coinciden con el tono de la voz y/o los gestos.
4) Escuchar activamente. Es decir, prestar atención, interesarse genuinamente en lo que la pareja expresa, sobre todo, tratar de entender los sentimientos que están detrás de las palabras, sin interrupciones. Cuando llegue el momento de responder, es importante, preguntar lo que no se entendió. Hacerlo demuestra empatía, comprensión, entrega seguridad, valoración y otorga la sensación de ser escuchado.
5) Evitar malentendidos expresando con claridad los sentimientos y las necesidades, sin criticar ni usar sarcasmos.
6) Usar los “mensajes yo”. Se logra expresando los sentimientos en primera persona, por ejemplo, “Me siento ofendida cuando…” en lugar de “Tú siempre me ofendes…”; “yo me siento sola cuando no me acompañas a…”, en vez de “tu nunca me acompañas”. Produce receptividad en el otro, en lugar de una actitud defensiva que conduce a un alto nivel de estrés en ambos y promueve un diálogo abierto, que generalmente conduce a resolver, en lugar de agudizar los conflictos.
7) Apartar un tiempo y espacio para dialogar. Para conversar en profundidad, hay que planificar dicho tiempo de calidad en un ambiente seguro, sin interrupciones (sin hijos rondando, lejos de las amistades, dejando de lado los aparatos tecnológicos, etc.), con el propósito de hablar y escucharse sin distracciones. El trabajo o los tiempos de ocio son importantes, pero el tiempo dedicado a la pareja para un diálogo profundo es mucho más importante.
8) Autorregular las emociones. Lleva un tiempo para calmarse, respirar profundo, saber que se conversará con una de las personas más importantes de la vida (aunque se sienta ofendido o enojado). Esto implica controlar las emociones para que no dominen la conversación y se distraiga el fondo por la forma.
9) Buscar solucionar los conflictos constructivamente. Ambos son distintos y tienen estilos diferentes para enfrentar y solucionarlos. Reconocer como resuelve cada uno, ayuda ponerse uno al lado del otro para enfrentar al enemigo de la relación: “el problema”. Se dialoga para resolverlo juntos, sin competir el uno contra el otro, seguros de que ambos tienen los recursos para ganar. Comprometerse en buscar soluciones en la que ambos se beneficien, es vital
Comunicarse eficazmente no es fácil, es un desafío que vale la pena tomar en serio, ya que es clave para construir una relación saludable, basada en la comprensión mutua, el respeto y el apoyo. Con una comunicación eficaz, la pareja puede fortalecer su relación, resolver problemas de manera más efectiva y construir un lazo basado en la confianza y el amor mutuo. En caso de que el ciclo negativo se perpetua (tema que profundizaremos en otra ocasión), dificultando realizar lo antes mencionado, se recomienda buscar ayuda sicoterapéutica para utilizar las herramientas adecuadas.
