El reloj de la cámara del circuito cerrado marcaba las 12:00 de este domingo, cuando se observa la llegada de Óscar González, de 42 años, ex director de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, a la vivienda de su padre, ubicada en Barrio Obrero de la ciudad de Asunción, para compartir un almuerzo familiar por el Día del Padre.
González desciende de su camioneta en compañía de su esposa embarazada y de sus dos hijas pequeñas. Luego toca el timbre del domicilio y tras esperar unos minutos, su padre le abre el portón e ingresan a la vivienda, informó Telefuturo.
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A las 12:02:36 el portón de la vivienda se vuelve a cerrar. Posteriormente, siendo las 12:03:05 aparece circulando frente a la casa la motocicleta en la cual se movilizaba el sicario, en compañía de su cómplice.
Finalmente, siendo las 12:04:25 el sicario llega caminando e ingresa al domicilio en donde solamente le bastaron 30 segundos para acabar con la vida de González.
Según los datos, el desconocido al ingresar a la vivienda va directamente por un pasillo hasta un quincho en donde estaba el ex director del penal de Tacumbú, quien vio llegar al hombre creyendo que era un invitado más.
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El sicario realizó un primer disparo en el rostro y luego lo remata con otros disparos en la zona del tórax. El atentado ocurrió frente a su padre, a su esposa y a sus dos niñas.
El comisario Ignacio Muñoz, jefe del Departamento de Investigación de Asunción, dijo que “casualmente la puerta del acceso principal se dejó sin llave”.
“Tenemos varias hipótesis que estamos analizando paso por paso, cada investigador tiene una tarea por cumplir, es bastante complejo el hecho en sí y necesitamos lo antes posible acumular la cantidad suficiente de incidencias para ser enviadas al Ministerio Público a que sean evaluadas”, expresó a NPY.
Aseguró que cada hora reciben reportes de cada investigador, tanto del Departamento de Homicidio como de Investigaciones y Crimen Organizado.
Se presume una venganza narco
Óscar González se desempeñaba como director del penal de Tacumbú en octubre de 2020, cuando se realizó un allanamiento de forma sorpresiva, que estaba encabezado por el fallecido fiscal Marcelo Pecci, en el conocido sector vip.
En esa ocasión, hallaron un laboratorio para procesar droga en la celda de Jaime Andrés Franco Mendoza, quien luego fue trasladado a la Agrupación Especializada.
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En el lugar se encontraron dosis de cocaínas, importantes sumas de dinero en guaraníes, dólares y euros, además de armas blancas, celulares, microondas, router y hasta POS.
La investigación apunta que el asesinato guarda relación con este hecho, ya que González habría sido amenazado, por lo que fue sacado del cargo y luego fue comisionado a otra institución.