Centenares de fieles peregrinaron este viernes desde la parroquia La Encarnación hasta la Catedral Metropolitana de Asunción, durante la conmemoración del Viernes de Dolores, en cuya homilía el cardenal Adalberto Martínez hizo una semejanza del sufrimiento de Cristo con el del pueblo paraguayo a través de la injusticia, la desigualdad y el abandono de los más vulnerables.
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“Se sigue condenando a inocentes, como Jesús, y liberando criminales”, remarcó el cardenal, quien sostuvo que Jesús vivió la injusticia, la fragilidad, la impotencia y la caída del inocente, aplastado por la crueldad y ambición de los poderosos.
Asimismo, denunció también “la mafia de los pagarés”, que “evidencia una orquestación de los poderosos para despojar de sus escasos recursos a los más débiles de la sociedad”, así como el dolor de “una madre al llorar por la pérdida de un hijo por negligencia médica”.
Para el cardenal, esto representa “una espada mortal atravesada en otras madres y familias”. ‘‘Este duelo se agrava por la frustración de sentir que el sistema de salud, que debería ofrecer protección y cuidado, ha fallado’’.
Martínez también habló de la exclusión de los pueblos indígenas y señaló a los fieles que el padecimiento de los pobres, de los más pequeños, de los excluidos y descartados de nuestra sociedad, ‘‘es el padecimiento de Jesús mismo”.
Los fieles iniciaron la procesión por las calles del microcentro capitalino, rememorando la pasión y muerte de Jesús con cánticos de dolor y lamento de los estacioneros, tras el fin de la misa.