Hasta el último miércoles se desconocía bajo qué circunstancias el penal de Tacumbú había liberado al recluso Luis Héctor Morínigo Cantero, de nacionalidad argentina, que contaba con tres condenas, de las cuales ya cumplió dos y tenía una pendiente cuya pena de cárcel era hasta el 2040.
La jueza penal de Central Silvana Luraghi, quien tenía a su cargo la tercera condena, alertó sobre la liberación del reo, exigió informes a la penitenciaría y dio parte al Ministerio Público. Más tarde, la Dirección Nacional de Migraciones confirmó que el 14 de abril pasado fue expulsado de Paraguay.
El titular del Ministerio de Justicia, Daniel Benítez, relató, en entrevista con radio Monumental 1080 AM, este viernes, que mediante un oficio de la magistrada Sandra Noelia Kirchhofer se notificaba que la persona cumplía su pena y ordenaba su liberación y posterior expulsión del país.
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“Pero había una tercera causa de la doctora Luraghi que estaba todavía pendiente y eso no estaba en los registros, ni en los expedientes del ministerio, ni tampoco en la sede Judiciales de la Policía Nacional”, argumentó el secretario de Estado a la emisora.
“Llegó la orden, se verificó todo el papeleo, no había nada raro dentro del expediente. Entonces, se lo llevó a Judiciales”, describió.
El ministro explicó que la magistrada denunciante se comunicó con él y le remitió los expedientes al WhatsApp demostrando que datan desde el 2018. “Entonces, tenemos que ver en qué parte del tiempo se perdieron estos documentos”, acotó.
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La cartera estatal abrió un sumario administrativo y apartó de sus cargos a ocho funcionarios del área de Judiciales de Tacumbú, entre ellos, al jefe del sector Héctor Franco Vitale.
El 24 de marzo pasado fue la última vez que el recluso en cuestión se presentó ante la jueza Silvana Luraghi para una audiencia por un tema de redención, que se volvía a llevar adelante, porque la primera vez fue rechazada.
El mismo fue acusado por una serie de violaciones a mujeres en la ciudad de Itá, del Departamento Central, y su captura se produjo en 2010. Contaba con un total de 30 años de condena, ya tenía 13 años cumplidos y le faltaban 17 años más.