La impugnación no muestra signos de retroceso después de casi cinco meses y a pesar de una nueva advertencia de Pekín. Miles de personas vestidas de negro, algunas con la cara cubierta a pesar de la prohibición oficial, llenaron el distrito comercial de Causeway Bay. Algunos activistas lanzaron ladrillos y bombas incendiarias contra los policías y contra las bocas del metro.
CHINA. La manifestación llega un día después de que China advirtiera que no tolerará ningún cambio en el sistema de gobierno y anunció que reforzaría el patriotismo en este territorio semiautónomo, que ha vivido 22 fines de semana consecutivos de protestas lideradas en su mayoría por jóvenes. Hong Kong vive desde hace meses una ola de protestas prodemocracia, en muchos casos violentas, que han lastrado la reputación del territorio como centro financiero internacional y están afectando a su economía. Hasta ahora el Gobierno chino no ha dado ningún signo de querer responder a las demandas de los manifestantes, que reclaman más democracia y una investigación sobre la actuación de la policía. “El Gobierno y la policía estuvieron ignorando y sofocando las demandas del pueblo por lo que necesitamos continuar con el movimiento para demostrarles que todavía queremos lo que pedimos”, dijo a la AFP Gordon Tsoi, de 18 años, que no llevaba máscara.
La nueva jornada de manifestaciones se saldó, según los últimos informes, con docenas de detenidos en varias partes de la ciudad, entre ellos al menos dos candidatos a las elecciones de Consejos de Distrito del 24 de noviembre.