La Policía Nacional ya detuvo a María Liliana Velázquez, viuda de Alfredo Jara González, de 37 años, quien fue asesinado por sicarios el pasado 17 de octubre en Curuguaty, Departamento de Canindeyú.
La orden de captura de la mujer se libró luego de que el autor material del crimen, Rubén Darío Benítez, haya señalado que fue contratado por una persona identificada como Rubén Rodas Portillo para matar a Jara González, y que supuestamente la mandante era la esposa de la víctima.
El comisario Hugo Grance, jefe de Investigación de Canindeyú, señaló a través de Monumental 1080 AM que, durante su declaración como testigo del caso, la mujer cayó en varias contradicciones, por lo que se presume que sí fue la autora moral del sicariato.
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Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppEn cuanto al supuesto motivo que la pudo haber llevado a ordenar el homicidio, dijo que la hipótesis “más fuerte” que manejan es que fue una situación de infidelidad de pareja.
Dijo que el fallecido le habría sido infiel, por lo que ella contrató los servicios de Rubén Rodas Portillo, ante la confianza que tenía en él.
En tanto, el prófugo se negó a realizar el trabajo, pero contactó con Rubén Darío Benítez, de 32 años, para cometer el hecho. Benítez habría finalmente delatado a ambos porque no le pagaron todo.
Detalló que, de acuerdo con lo que manifestó el detenido, el pago para cometer el crimen fue en principio G. 25 millones y que supuestamente se le entregó G. 10 millones por adelantado, se le dio el arma que se iba a utilizar y un celular.
Con relación al autor material, el comisario Grance dijo que se logró su detención mediante un trabajo de seguimiento de la posible ruta de escape. Al llegar al lugar de donde había salido, comenzaron a colectar informaciones de fuentes humanas y que posibles testigos manifestaron que, el día del crimen, le vieron esperando a su eventual víctima.
“Facilitó mucho que es residente de Curuguaty y muchas personas le conocen. Su detención fue el pasado 8 de noviembre en Coronel Oviedo y desde ahí él mismo fue aportando datos muy importantes. El arma ya se incautó, tenemos 100% demostrado el autor material y el contratante y ahora queda contrastar el autor moral”, acotó.
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Recordó también que, tras la declaración de Benítez, accedieron a elementos vinculantes entre los tres sospechosos. Rubén Rodas Portillo y la viuda eran vecinos, “conocidos de juventud”, por lo que tenían “afinidad y confianza”, mientras que el ya detenido y el prófugo se conocieron en la cárcel.
Alfredo Jara González era de profesión taxista y hermano del presidente de la Junta Municipal de Curuguaty, Pablo Jara.
