Hablar de Vivian Benítez es evocar su participación en el concurso de Miss Universo de 1991, evento que enalteció a Paraguay en el escenario internacional.
Fue en Las Vegas (Estados Unidos) donde representó a nuestro país en el concurso Miss Universo y se convirtió en la primera paraguaya en ingresar en el top 10 de este certamen.
La propia Benítez recuerda su experiencia en este certamen de belleza como “hermosa y didáctica”. Según ha expresado en una entrevista con ÚH, este concurso le brindó la oportunidad de conocer diferentes partes del mundo, realizar viajes extraordinarios, relacionarse con personas de diversas culturas y vivir el honor de representar a su país. Este capítulo fue el inicio de muchas oportunidades que, según sus palabras, continúan marcando su vida hasta el día de hoy.
Retos y proyectos
Vivian, de 53 años, es actriz y presentadora de televisión. Comenzó su carrera como modelo a los 17 años, tras recibir una invitación de Noemí Gómez. Además, es madre de José Antonio (30) y Virginia (28). Actualmente, se dedica al ámbito digital, generando contenido para marcas con la que tiene alianzas comerciales.
En su día a día, procura siempre tener presente que su familia y sus afectos ocupan el primer lugar. “Creo que es fundamental para lograr el equilibrio”, mencionó.
Aunque su actividad laboral es muy pública, prefiere mantener su vida personal en privado, ya que considera que ese aspecto es de gran valor.
Vivian se considera una persona muy inquieta y, en este momento, está trabajando en un proyecto que espera ver materializado el próximo año.
“En el aspecto profesional mi proyecto está muy relacionado con compartir con mujeres experiencias que puedan nutrirnos y nos ayuden a transitar la vida con mayor alegría y sabiduría”, explicó.
En el ámbito personal, los viajes siempre la entusiasman. “Me emociona organizarlos y aprender de ellos”, comentó.
Maternidad
Vivian se considera una madre presente, siempre apoyando a sus hijos en las decisiones que tomen, lo que conlleva enfrentar los retos propios de la maternidad.
En cuanto a los desafíos que le ha tocado enfrentar como madre en diferentes etapas, uno de los más recientes ha sido la separación física, al apoyarlos en su decisión de formarse y trabajar fuera del país. “Aunque la ausencia duele, siento que el objetivo bien vale la pena. Siempre he sido una convencida de la importancia de darles alas y confianza en sí mismos”, relató.
Para Vivian, ver a sus hijos convertirse en adultos de bien es “un regalo de la vida”.
“Me siento muy orgullosa de ellos”, expresó con satisfacción. “Ambos son adultos comprometidos, trabajadores y responsables. Tienen muy claros sus objetivos de vida, y por eso les admiro infinitamente”, añadió, reflejando el profundo orgullo que siente por el camino que han recorrido.
Al reflexionar sobre los cambios en su vida ahora que sus hijos son mayores, Vivian destaca la libertad que ha recuperado. “Es una hermosa etapa, ideal para retomar sueños pendientes y dedicarme más a mí misma”, comentó, señalando el disfrute que encuentra en este nuevo capítulo, lleno de oportunidades para el crecimiento personal y el reencuentro con sus propios intereses.
“Desde que mis hijos crecieron, la relación que tengo con ellos ha evolucionado de una manera muy especial. Atesoro profundamente la cercanía y el cariño que compartimos. Es conmovedor observar cómo, con el tiempo, se invierten los roles y ahora son ellos quienes desean cuidarme y apoyarme”.
En el aspecto sentimental, mencionó que está viviendo un momento muy hermoso. “Me encuentro en paz y plenitud, disfrutando del amor de mi vida”, concluyó.
