Las escenas resultaban terribles y conmovedoras. Seres humanos encerrados en una especie de enorme jaula, a la intemperie, durmiendo en el suelo, a merced del frío o del calor, del sol o la lluvia, sobre el Puente de la Amistad entre Ciudad del Este (Paraguay) y Foz de Yguazú, Brasil, implorando por favor que los dejen ingresar de nuevo a su país, ante las fronteras cerradas.
Eran cientos de ciudadanos paraguayos que habían emigrado principalmente al Brasil y a la Argentina, en busca de mejores oportunidades laborales. Al desatarse la pandemia, se quedaron sin empleos y sin lugares en donde vivir. No les quedó otra alternativa que regresar a su patria, como fuese, pero los accesos migratorios habían sido clausurados.
En las primeras semanas de la cuarentena total, el fenómeno sorprendió a las autoridades. Cada día amanecían más personas ante las vallas levantadas en el paso peatonal del puente. Se dispusieron guardias militares para contenerlos. Sectores de la sociedad reclamaban que no se les deje pasar, por temor a que sean portadores del virus.
El principio constitucional básico de que cada paraguayo tiene derecho a residir en su patria, estaba siendo negado.
ALBERGUES
Como respuesta, nacieron los albergues. Cuarteles militares, instalaciones polideportivas, casas de retiro, etc., a donde fueron trasladados quienes ingresaban al país para someterse a una cuarentena obligatoria mínima de 14 días, que en muchos casos se extendió al detectarse personas contagiadas con el Covid-19. La manutención fue cubierta con rubros estatales.
Así como hubo felicitaciones por el buen trato en muchos de los locales, en otros casos hubo denuncias de que se manejaban con un régimen de campos de concentración.
Posteriormente se establecieron los llamados hoteles salud, en donde los repatriados podían pasar su cuarentena con mayor comodidad, pagando los costos del alojamiento.
Desde el 23 de marzo hasta el 21 de octubre, el Consejo de Defensa Nacional (Codena) registró el retorno de 23.300 paraguayos durante la pandemia. La estimación a diciembre es que ingresaron cerca de 40.000 compatriotas, según el canciller Federico González.