Los diputados cartistas, encabezados por el propio Basilio Núñez, fueron los que habían promovido esta discusión en las elecciones pasadas, pero ya como gobierno, al mando de Santiago Peña, están bajando los decibeles.
Supuestamente un intercambio de notas entre la Cancillería paraguaya y la Unión Europea, en las que se ratifica el compromiso de respeto a la Constitución Nacional, sería suficiente para el cambio de postura y de esta manera rechazar la derogación.
Los senadores habían rechazado, pero en la Cámara Baja se ratificaron, y ahora queda una última vuelta.
La sanción automática está marcada para el próximo 29 de noviembre y para el rechazo de la derogación se necesitan 30 votos.
“Tengo la nota recibida por la Cancillería, en la que habla que ellos van a respetar lo que está establecido en la Constitución Nacional”, fue lo que alegó Bachi Núñez.
“Vamos a tener una reunión de bancada para tratar de tener la mayor cantidad de votos para acompañar la no derogación”, acotó.
“Ese acuerdo con la Unión Europea, con los cambios que nosotros sugerimos, desde la utilización del presupuesto enteramente a lo que sea educación a nuestros niños, infraestructura escolar, no más recursos para oenegés”, dijo.
La senadora encuentrista, Kattya González, había reclamado que esta cuestión se haya manejado de manera direccionada entre el canciller Rubén Ramírez Lezcano con el bloque del cartismo.
“Estamos legislando por el cartismo y para el cartismo, y ojalá que se fracture, que realmente entiendan que la posición que está asumiendo Fuerza Republicana o lo que queda de ese movimiento, es servil y genuflexa, y que dejen de ser condones”, fue lo que había manifestado.
“Resulta que el problema era el título del Convenio. Eso fue en el marco de una campaña electoral, y eso hay que reconocer. Hay que decir a los padres que les engañaron, que no se hace ningún cambio circunstancial”, sentenció.
“Estamos en el cuarto trámite constitucional. No se puede introducir ninguna sola modificación”, acotó.
“En este debate se van a tener que tragar sin saliva su palabra porque no pueden introducir una coma de modificación”, remarcó.
“No creo que se haya allanado la Unión Europea. Lo que hizo fue buscar pacificar y dar una salida diplomática. Lo que hicieron ellos (los cartistas) es reconocer que no había nada irregular. Van a tener que pisar su palabra”, desafió la senadora.
Por su parte, el liberal Eduardo Nakayama sostuvo que desde el punto de vista legal normativo y por el orden de prelación de las normas jurídicas, el Convenio está vigente y que no se podía derogar con una ley.
Además, consideró que no tiene que interesar lo que para la Unión Europea o para cualquier otro país signifique el matrimonio o la cuestión sobre el aborto, resaltando que la Constitución Nacional es clara en esos puntos.
Reclamó que se haya discutido mucho sobre cuestiones que no tenían nada que ver con el Convenio, durante todo este tiempo.