Con la obra del Sitio de Memoria y Centro Cultural 1A - Ycuá Bolaños, se desea mantener viva la memoria de más de 400 personas, quienes fallecieron en el incendio del 1 de agosto del 2004, que fue considerada la mayor tragedia, en tiempo de paz, que enlutó al país.
En el ex supermercado Ycuá Bolaños, ubicado en la avenida Santísima Trinidad y Teniente Teodoro Rojas, en el barrio Trinidad, de la ciudad de Asunción, ya culminaron en un 99% las obras, que tienen un valor simbólico para los familiares de las víctimas, los sobrevivientes y la ciudadanía.
El espacio posibilitará el compartir mediante el arte, la reflexión, la enseñanza, la unión y el juego. Además, propondrá un recorrido guiado que busca estimular la participación y el debate, informó la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
El sitio contará con áreas arquitectónicas interactivas, un Centro Cultural que plantea la constante presencia de luces y agua, presentando múltiples funciones: museo, memorial, plaza pública con abundante área verde, espacio comunitario y para ritual ecuménico, biblioteca, anfiteatro, entre otros componentes.
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El inicio de obras constituyó el cierre de un dilatado proceso que se inició en el 2010, con la promulgación de la Ley 4097, que expropió el inmueble a favor del Ministerio de Hacienda, siendo su administrador la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
Dicho proceso implicó la instalación en el 2014 de una mesa de trabajo integrada por diversas instituciones públicas, así como organizaciones de víctimas y familiares de víctimas del siniestrado supermercado.
Los directores de obras del proyecto fueron los arquitectos Francisco Tómboly y Sonia Carísimo, quienes iniciaron los trabajos de construcción en el 2017 y actualmente ya están prácticamente terminados.
Hay distintos espacios que componen el Sitio de Memoria, como el salón auditorio, los salones destinados a la cafetería, oficinas y sanitarios y los espacios exteriores como los jardines y otros.
El arquitecto Francisco Tómboly manifestó, en conversación con Última Hora, que la obra tiene una inversión de aproximadamente G. 22.000 millones, de los cuales la Municipalidad de Asunción dio un aporte de G. 3.000 millones y el resto fue costeado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
Varias fueron las empresas que participaron en los trabajos.
El proyecto surgió a raíz de un concurso público en el cual la SNC y los familiares de las víctimas hicieron el programa. Es un memorial y será como un centro de cultura, tiene un salón auditorio y un salón de convenciones para 400 personas en cada una de ellas, hay aulas para clases de danzas, de música y capacitaciones.
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El local tiene un centro de documentaciones del Ycuá Bolaños, con una cafetería, en donde habrá documentos con toda la historia de la tragedia que marcó la vida de los sobrevivientes y los familiares de los fallecidos. También cuenta con la Plaza de las Sombras, en donde hay un espejo con haces de luces.
“Los familiares querían que quedara la rampa, porque son lugares muy significativos, cuando se cerraron la puertas muchísimas personas quedaron ahí atrapadas. También querían que permanezcan la escalera y la torre, pero esta última demolimos y creamos otra que fue puesta en el lugar donde se originó el incendio, en el sector donde era la cocina. Está bajo un espejo de agua que son unas piletas, en total hay cuatro estanques, tres pequeños y uno grande que tendrá peces y plantas de agua”, expresó.
Otro sector de la obra es la Plaza de las Luces, que es abierta al cielo, en donde hay una fuente de agua con sistema de audio y con música para que los niños vayan a jugar, también se podrá realizar algún tipo de show. En el sitio hay 400 perforaciones de las losas, que son agujeros circulares de 25 centímetros de diámetro en el piso.
“En los agujeros hay vidrios y al mediodía la luz entra a través de las perforaciones y reflejan en el estaque, son 400 porque representa la cantidad de víctimas fallecidas”, añadió.
Los familiares de las víctimas depositaron en unas placas de hormigón los objetos representativos de las personas que perdieron la vida en el lugar. Estas placas formarán parte de la construcción del nuevo Sitio, en especial el espacio ecuménico en memoria de sus vidas.
Siempre estábamos abiertos para que hagan una placa conmemorativa, son placas de cemento donde los familiares llevan algún elemento de su ser querido, hay 400 espacios de recordación.
El sitio cuenta con dos niveles y para ello fue instalado un ascensor en el predio, además posee luces, aires acondicionados, escaleras, entre otros.
Aún falta realizar la licitación para los muebles de oficina, del archivo y se realizará un concurso de museografía para colocar varios elementos que quedaron del incendio como cajas registradoras, estantes de panadería, carritos; así como algunos objetos que eran exhibidos al momento del incendio, entre ellos, productos enlatados, cubiertos, vasos, copas de vidrio, cajas de gaseosas.
También se conserva en el lugar parte de la estructura edilicia como cañerías, extintores, cables, inclusive objetos particulares de las víctimas que se encontraban aquel trágico día, entre las que se mencionan algunas prendas, calzados de adultos y niños, termos, entre otros.
La obras estarían culminando entre octubre y noviembre de este año, con los espacios completamente terminados, para recibir a los visitantes y las distintas actividades que se vayan a desarrollar en el lugar. La idea es que el acceso sea totalmente gratuito para la ciudadanía.
El sitio es un hito y un logro para afectados
Por su parte, Cristian Olmedo, representante de la Coordinadora de Familiares de Víctimas del Ycuá Bolaños, manifestó en conversación con Última Hora que el Sitio de la Memoria Ycuá tuvo un proceso de varios años, que concluye entre el 2010 y 2011 con la expropiación del ex supermercado a favor del Estado paraguayo.
Aseguró que la expropiación del ex supermercado se debe a una gestión de la Coordinadora de Familiares de Víctimas y que el proceso inició con la idea de poder habilitar parte del estacionamiento del supermercado para utilizarlo como memorial, como una especie de museo, para realizar actividades, porque creen que la memoria como tal no es un simple recuerdo de fecha, de recordar la tragedia, sino también darle otra perspectiva, como la esperanza y la justicia.
“Sabemos que la justicia no solamente es el hecho de firmar algunos papeles formales que puedan decantar hacia un lado o hacia el otro de las partes involucradas. Desde un principio nosotros creímos y seguimos creyendo que la memoria se construye, por tanto, tiene que haber también elementos y cosas visibles, palpables, no solamente de manera abstracta, para que esa memoria sea siempre fortalecida y esté siempre presente. Eso también creemos, que la memoria no es solamente el pasado, es el presente y también el futuro”, agregó.
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Comentó que el espacio que fueron proponiendo y construyendo tiene esas características mencionadas. Por otro lado, dijo que existe la necesidad de conectar la historia de la tragedia del Ycuá Bolaños con la comunidad, que tiene que ver con la solidaridad, con la posibilidad de expresión, de creación de la gente, en el aspecto cultural.
“Hay todos esos elementos para que no sea solamente un simple edificio, sin ningún incentivo, sin ninguna esencia, sino sobre todo muy orgánico, hablamos de la justicia, la vida, la historia, que siempre vaya siendo activa la idea y la práctica. Para nosotros es sobre todo un hito, es un logro, después de mucha gestión y sobre todo trabajar con la Secretaría Nacional de Cultura para darle un aspecto formal, institucional”, expresó.
Olmedo, quien perdió a tres miembros de su familia en el siniestro, dijo que cada persona tiene un lugar particular con significados diferentes en el Sitio de Memoria.
“Los sentimientos no solo están presentes cada 1 A y no solo es dolor, es también aprendizaje, es también dignidad, es saber que no solo somos víctimas o familiares de víctimas que lo único que les queda es llorar, sino que somos personas, honramos a nuestros seres queridos en cada acto de lucha por la justicia”, explicó.
Comentó que hay una mesa de trabajo donde se interactúan, no solamente con referentes de la SNC, sino también con las organizaciones de familiares de víctimas, quienes planifican y desarrollan las actividades.
El año pasado a raíz de la pandemia del Covid-19, varias actividades se suspendieron y se desarrollaron de manera virtual. Este año es básicamente lo mismo, salvo alguna que otra actividad que pudiera realizarse con todo el cuidado posible.
La SNC, a través de las resoluciones 161 y 162, el 14 de marzo del 2017, declaró “Sitio de Memoria al ex Supermercado Ycuá Bolaños y su entorno inmediato”, así como bien patrimonial de valor cultural al acervo de los bienes muebles del mismo, en el marco de las disposiciones establecidas en la nueva Ley N° 5621/16 de Protección del Patrimonio Cultural.
El incendio del Ycuá Bolaños
Eran aproximadamente las 11.20 de aquel 1 de agosto del 2004 cuando se inició el incendio en el supermercado Ycuá Bolaños.
Las llamas que iniciaron en la cocina rápidamente se extendieron hasta consumir todo el local comercial dejando al descubierto las falencias de los sistemas para hacer frente a una emergencia como esa.
En el lugar perdieron la vida más de 400 personas, hubo alrededor de 500 heridos y seis desaparecidos, luego de que cerraran las puertas del local. Entre las víctimas fatales y sobrevivieron hubo niños, ancianos, jóvenes, familias enteras, empleados y clientes del Ycuá Bolaños. A pesar de que pasaron 17 años, muchas de las víctimas de la tragedia aún no pudieron cobrar la indemnización.
Condenados tras la tragedia
El propietario del supermercado, Juan Pío Paiva, fue condenado a 12 años de prisión, su hijo Víctor Paiva también fue condenado a 10 años de cárcel, aunque en agosto del 2007 consiguió la libertad con restricciones, el 4 de diciembre del 2020 falleció a consecuencia del Covid-19.
El otro condenado a cinco años de cárcel fue el guardia Daniel Areco, que cerró las puertas para que la gente no pueda salir durante el incendio. En el caso también habían sido sentenciados el accionista de la sociedad Ycuá Bolaños, Humberto Casaccia, a dos años y seis meses de prisión.
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Los cuatro fueron condenados por homicidio doloso simple, por dolo eventual, homicidio doloso en grado de tentativa agravada y exposición de personas a lugares de trabajo peligroso.
También fueron condenados a un año y seis meses de cárcel los funcionarios de la Municipalidad de Asunción que aprobaron los planos del edificio, Jorge Gamarra Morínigo, Jesús María Jiménez Insaurralde y Rodrigo Castillo Fraccia.
Además, fue condenado a dos años de pena el arquitecto de la obra, Bernardo Ismachowiez, por actividad peligrosa en la construcción. Nunca fue preso, porque cumplió su pena con arresto domiciliario.