Hoy meditamos el Evangelio según san Lucas 12,39-48.
El papa Francisco, a propósito del Evangelio de hoy, dijo: “San Pablo afirma que el día del Señor llegará al improviso como un ladrón, pero también añade que Jesús vendrá a traer la salvación a quien cree en él. Y concluye: Consuélense recíprocamente y sean de ayuda unos a otros. Y es precisamente este consuelo el que da la esperanza.
Este es el consejo: ‘Consuélense. Consuélense recíprocamente’. Hablar de esto: pero yo les pregunto: ¿nosotros hablamos de esto, que el Señor vendrá, que nosotros lo encontraremos a él? ¿O hablamos de tantas cosas, incluso de teologías, de cosas de Iglesia, de curas, de monjas, de monseñores, todo esto? Y nuestro consuelo ¿es esta esperanza?
Consuélense recíprocamente, consuélense en comunidad. En nuestras comunidades, en nuestras parroquias, ¿se habla de esto, que estamos en espera del Señor que viene? ¿O se habla de esto, de aquello, de aquella, para pasar un poco el tiempo y no aburrirse demasiado?

(...) Es verdad, él vendrá a juzgarme y cuando vamos a la Sixtina vemos aquella bella escena del Juicio final, es verdad. Pero pensemos también que él vendrá a encontrarme para que yo lo vea con estos ojos, lo abrace y esté siempre con él.
Consuélense recíprocamente con las buenas obras y ayúdense unos a otros.
Y así iremos adelante. Pidamos al Señor esta gracia: que aquella semilla de esperanza que ha sembrado en nuestro corazón se desarrolle, crezca hasta el encuentro definitivo con él.
Yo estoy seguro de que veré al Señor. Yo estoy seguro de que el Señor vive. Yo estoy seguro de que el Señor vendrá a verme, y este es el horizonte de nuestra vida. Pidamos esta gracia al Señor y consolémonos unos a otros con las buenas obras y las buenas palabras, por este camino”.
(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-lucas-12-39-48-hora-llegara-ladron-venida-jesus-consuelo-justicia).