El reporte señala que se espera una zafra de soja 2024/25 “de contrastes”, con algunos productores quebrando, mientras que otros registrarán buenos resultados.
“Será una zafra de contrastes: Con algunos productores en San Pedro quebrando por cuarto año consecutivo, pero con otros productores en el Alto Paraná e Itapúa ya habiendo cosechado 5 toneladas por hectárea en las primeras zonas contabilizadas, mostrando que el promedio general aún estará por definirse con las últimas lluvias esperadas en la tercera semana de enero”, afirmó.
Indicó que, hasta el 16 de enero último, el panorama en la Región Oriental muestra disparidades significativas. En el norte del país, las condiciones más secas limitan el potencial productivo, en tanto que el centro-este registra niveles de humedad dentro del promedio histórico.
Mejoras. El sur experimentó un comportamiento más favorable con mayores precipitaciones, contribuyendo a un escenario más alentador para algunos productores.
Pese a las disparidades, el informe destaca que los registros de humedad del suelo en la mayoría del país se encuentran en niveles moderados. Sin embargo, existen zonas puntuales afectadas.
El análisis histórico de precipitaciones desde 1990 y los índices de humedad registrados entre setiembre de 2024 y enero de 2025 respaldan la conclusión de que la productividad potencial sigue en riesgo, pero no se descarta un resultado promedio si las lluvias previstas para las próximas semanas logran equilibrar el panorama, afirmó a su vez StoneX.
Lluvias por parte. De acuerdo con lo que informó la Unión de Gremios de la Producción (UGP) en su reciente boletín, algunas zonas fueron beneficiadas con lluvias dispersas y aguaceros que mitigan la falta de humedad.
Sin embargo, en general, los niveles aún no son suficientes para compensar el estrés hídrico en las plantas y muchos siguen reportando pérdidas.
Los agricultores explican que en un mismo distrito, con un kilómetro de distancia entre parcelas, se nota gran diferencia en el desarrollo de cultivos debido a la distribución desigual de las lluvias. En su mayoría, reportaron pérdidas.
“Nosotros veníamos bien hasta fin de año, pero el sol extremadamente caliente y el viento sur secaron muy rápido la humedad del suelo. Esto generó varios problemas de calidad en los granos y la maduración precoz”, indicó Aurio Frighetto, productor de Alto Paraná.
Sostuvo que ya es complicado recuperar algunas parcelas, pero que las esperanzas están puestas en las lluvias para cerrar el ciclo.
Milton Abich, también de Alto Paraná, lamentó que la situación está generando pérdidas para el sector y que, si bien llegaron algunas precipitaciones, fueron muy desuniformes y con muchas parcelas que tuvieron menos de 5 mm de lluvia.
Asimismo, Blanca Saiki, de Itapúa, manifestó que recibieron lluvias durante la semana, pero que fueron apenas chaparrones con distintos niveles de agua y acompañado de granizos. “El perjuicio ya está y los rendimientos serán por debajo de lo esperado. Está marcando más lluvia para el fin de semana; sin embargo, mucha de la soja ya se perdió. Depende de la variedad y el agua recibida para hablar de recuperación”, lamentó.
San Pedro. Víctor Penayo, de San Pedro, una de las zonas más perjudicadas, contó que muchos pequeños productores ya cosecharon las primeras parcelas, pero con rendimientos bajos debido a la maduración anticipada como consecuencia de la sequía.
“La evaporación y transpiración de la planta, sumadas al calor intenso y a los vientos del sur, crearon una exigencia muy alta de agua útil para el suelo, con la que no se contó este año”, señaló al respecto la UGP, concluyendo con que se necesitan lluvias de entre 60 y 70 mm, que penetren más de 15 cm el suelo, para que las plantas aguanten.
El ingeniero agrónomo Eduardo Sierra señaló que se pronostica un régimen de lluvias moderadas y manejables en gran parte del territorio durante este verano.
“Esperamos lluvias significativas en el Chaco y la Región Oriental de Paraguay. Departamentos como Boquerón y Presidente Hayes podrían recibir acumulados superiores a los 100 mm en enero, con eventos puntuales de más de 200 mm. Aunque habrá calor, las temperaturas extremas estarán limitadas”, apuntó.
En cuanto a las temperaturas, manifestó que, aunque el calor ingresará de forma más intensa y se esperan temperaturas elevadas, no existen riesgos significativos de olas de calor extremo, como se temía inicialmente.
