El director del zoo, Miroslav Bobek, explicó a EFE que se mantendrá un flujo de visitantes de 150 personas por hectárea, lo que equivale a un máximo de 8.500 personas, cuando la media de los fines de semana era de 12.000 a 13.000 personas.
El parque estuvo cerrado desde el pasado 13 de marzo y esa medida forma parte de un conjunto de exigencias para evitar contagios por coronavirus en la reactivación parcial de la economía y la vida social que comenzó en la República Checa el pasado viernes, con el levantamiento de la prohibición de viajar al extranjero.
Así, los pabellones cubiertos no se podrán visitar aún y también se ha cerrado, por motivos veterinarios, la isla de los lemures y la zona de gorilas, al tiempo que quedan clausuradas las zonas de bancos y siguen cerrados los restaurantes, aunque se venderá comida y bebida a través de una ventanilla.
Además, el uso de la mascarilla es obligatorio, como también el mantener dos metros de distancia entre las personas.
“El cierre del parque durante las fiestas de Pascua supone de momento una pérdida de 1,2 millones de euros, y una pequeña parte lo vamos a recuperar con el programa de adopción y patrocinio de las nuevas crías nacidas estos días”, afirmó Bobek.
“Esperamos que el Ayuntamiento de Praga, del que dependemos, contribuya a enjugar las pérdidas ocasionadas por la crisis”, añadió el director.
De momento, ya se ha conseguido apoyo por valor de 68.000 euros para el citado programa, que permite a cualquiera seguir la evolución de los animales a través del canal del zoo en YouTube y luego decidirse a apoyarlos como “padre adoptivo o con patrocinio” para contribuir a la crianza en cautividad o a su protección en la naturaleza.
Uno de esos animales es Morse, un tapir índico macho nacido el 19 de abril y que hoy, Día internacional del tapir y del Alfabeto Morse, recibió oficialmente su nombre.
El anuncio tuvo lugar con el telegrafiado al mundo entero de la noticia, sobre un animal raro del que quedan unos 2.500 ejemplares en el mundo, por lo que su especie está amenazada, y del que ya han nacido dos en cautividad en Praga.
El 27 de marzo vino al mundo una hembra de elefante índico que aún no tiene nombre, pero que será bautizada en cingalés, el idioma de la principal etnia de Sri Lanka, de donde procede la madre, Tamara.
Durante la cuarentena hubo un régimen especial en el que solo trabajó físicamente un tercio del personal del zoo, mientras que el resto lo hizo por teletrabajo o quedó en reserva, sin que los equipos de cuidadores entraran en contacto entre ellos.
También las tiendas, de hasta 2.500 metros cuadrados, las autoescuelas, bibliotecas y gimnasios (aunque sin posibilidad de usar vestuarios y duchas) han recibido la luz verde para reabrir a partir de hoy.