El ministro Julio Borba, quien participa de la 75 Asamblea Mundial de la Salud que se desarrolla en Ginebra, expresó que la pandemia del Covid-19 golpeó duramente a todos los países del mundo y que, a su vez, las inequidades quedaron evidenciadas.
En ese sentido, indicó que salió a relucir la poca solidaridad en un principio de aquellos países con mayor nivel de acceso a las vacunas, insumos y medicamentos, generando un impacto más severo en los pueblos menos favorecidos, como el caso de Paraguay, que ya se encontraba en una situación epidemiológica compleja, pues enfrentaba simultáneamente a la peor epidemia de dengue registrada en los últimos años.
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Borba recordó las necesidades que surgieron con la pandemia, que obligaron a Paraguay a tomar medidas de urgencia e invertir en infraestructura y logística, lo que a su vez permitió el aumento de camas para cuidados críticos, la construcción de pabellones de contingencia, dotación de mayor personal sanitario de apoyo y la ampliación de la capacidad de diagnóstico, con el fin de dar respuesta a toda la población.
El ministro resaltó también que el contexto actual brindó la oportunidad de valorar la experiencia que deja la pandemia.
“El intercambio de información, la importancia de la transferencia de tecnología y capacidad técnica, la investigación y desarrollo, el rol fundamental de la cooperación internacional y la necesidad de un liderazgo robusto dentro de la Organización, son algunas de ellas”, manifestó.
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De igual manera, instó a que la equidad y la solidaridad sean piezas centrales en el relacionamiento entre países para lograr una recuperación inclusiva, en la cual se considera la participación de todos sin excepción en el sistema de las Naciones Unidas, como es el caso de Taiwán, que demostró su compromiso con la salud pública en pandemia, pero no fue incluida en las asambleas de la ONU.
“Reiteramos que el Paraguay, desde el inicio de la pandemia, ha depositado su confianza en el sistema multilateral y creemos que, para que esta apuesta siga siendo sólida, los compromisos deben ser honrados de forma equitativa y las experiencias exitosas de todos los países deben ser tenidas en cuenta”, sostuvo.
Finalmente, el ministro hizo mención a los familiares de las víctimas de la pandemia, como también reconoció a todo el personal sanitario y asistencial por el esfuerzo, ya que asumieron la mayor carga de la labor sin pausa ni descanso, en un escenario inmerso en incertidumbres.