La medida impide que perros, gatos, conejos, ratones y similares sean utilizados en la “investigación científica, desarrollo y control de calidad” de productos cosméticos, perfumes y artículos de higiene personal.
La resolución, publicada en el Diario Oficial, no excluye las pruebas en ese tipo de industrias que continuarán siendo realizadas en seres humanos y tampoco afecta el desarrollo de vacunas o medicamentos en el área de la salud.
Con la medida, las industrias de cosméticos, perfumes y artículos de higiene personal deberán implementar “métodos alternativos” reconocidos por el Consejo Nacional de Control de Experimentos Animales, órgano del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
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La normativa fue aprobada el año pasado por el Congreso y estipula que la adecuación de las empresas a ese tipo de métodos alternativos no debe superar los dos años.
El trámite en el Congreso tomó fuerza en 2013, cuando en un laboratorio del estado de Sao Paulo fueron rescatados por activistas 178 perros y 7 conejos usados como cobayas para probar nuevos productos de la industria cosmética y de perfumes.