Los fundadores del despacho, Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, acusan a Netflix de “difamación”, “invasión de privación”, “publicidad falsa” y “violación de marcas”. Dicen que la película los muestra despiadados e indiferentes, involucrados en lavado de dinero, evasión de impuestos, sobornos y/u otras conductas criminales”.
La demanda, a la que accedió la agencia EFE, consta de 42 páginas y cuestiona cientos de escenas de la película. La acción fue presentada el martes en un tribunal de Connecticut (Estados Unidos) y no especifica el monto de indemnización que la firma le reclama a Netflix.
Lea más: Depósitos en offshore son legales a menos que tengan un origen ilícito
Los abogados, interpretados por Gary Oldman y Antonio Banderas, piden cancelar el estreno de la cinta porque temen que interfiera en una investigación que el FBI, o genere nuevas acusaciones en Panamá, donde son investigados por el caso de las “offshore”.
“La falsa representación en la pantalla de su participación en lavado de dinero y otros delitos representa una amenaza inmediata y una violación al debido proceso de los demandantes”, indica la demanda.
En ella, detalla que Mossack y Fonseca también denuncian que Netflix carece de permiso para usar sus nombres y el logo del bufete de abogados.
Lea también: Masiva filtración salpica a 140 políticos y funcionarios de todo el mundo
The Laundromat, dirigida por el estadounidense Steven Soderberg, realizador de la saga Ocean’s, fue presentada oficialmente el pasado setiembre en el Festival de Venecia y exhibida después en algunas salas de cine, aunque su estreno masivo será el próximo 18 de octubre en Netflix.
La película se basa en la obra del premio Pulitzer Jake Bernstein Secrecy World, pero introduce también personajes y hechos ficticios.
Le puede interesar: ¿Qué son las llamadas empresas offshore?
Está protagonizada por Meryl Streep, quien interpreta a una mujer ya jubilada que en sus vacaciones sufre un accidente que le lleva a descubrir una falsa póliza de seguros, que resulta ser el final del hilo de un escándalo mayúsculo.
Cientos de medios de comunicación publicaron en abril de 2016 más de 11,5 millones de documentos de Mossack Fonseca que revelaron que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios del bufete para gestionar su patrimonio a través de sociedades “offshore” o extraterritoriales y presuntamente evadir impuestos.
Nota relacionada: Los Messi dicen que nunca usaron la sociedad panameña
El escándalo salpicó a personalidades como Mauricio Macri; el ex primer ministro británico David Cameron; el futbolista Lionel Messi, a miembros del círculo íntimo del presidente ruso, Vladimir Putin, o al entonces primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, quien tuvo que renunciar debido al escándalo.
La compañía, fundada en 1977 y considerada en su momento un actor destacado en la creación de sociedades extraterritoriales, llegó a tener más de un millar de empleados en decenas de oficinas en todo el mundo, pero acabó por cerrar en marzo de 2018.