En el marco de la búsqueda de los paraguayos, la Policía Federal y el Servicio de Impuestos Internos de Brasil llevaron a cabo este martes un operativo en los estados de Río Grande del Sur, Paraná y São Paulo, donde incautaron 20.000 cajas de cigarrillo pirateado, que puede ser la mayor carga requisada hasta ahora en el vecino país, totalizando unos 10 millones de paquetes, informó el medio brasileño O Globo.
La evidencia indica que los delincuentes cooptaron a personas en Paraguay, llevadas al Brasil desde Foz de Yguazú, para ser mantenidas en condiciones similares a la esclavitud durante los llamados “ciclos de producción” dentro de una fábrica clandestina en Río Grande del Sur.
“La fábrica operaba en ciclos, por lo que cuando se inicia un ciclo, estos trabajadores llegan aquí, son recibidos por delincuentes, llevados al sitio de fabricación y permanecen allí hasta el final del ciclo, que dura de 6 a 8 meses, con un intervalo de 2 a 3 meses entre cada uno, siempre en diferentes lugares”, explicó al medio brasileño el interviniente Wilson Klippel.
Además, indicó que la idea era poder liberar este martes al menos a los 18 trabajadores en condiciones de esclavitud, pero que todavía no se llegó al paradero de los mismos. Los paraguayos están sujetos a regímenes laborales ilegales y se les retiene el teléfono celular.
Puede leer: Brasil incauta cerca de 1 millón de cajetillas de cigarrillos paraguayos
Según la Policía Federal, las investigaciones comenzaron el año pasado para indagar la participación de la pandilla en el contrabando de cigarrillos en la Región Metropolitana de Porto Alegre.
Por otra parte, se investiga la participación de los miembros de la banda en delitos de trata de personas, corrupción de menores, lavado de activos y violaciones contra el medioambiente.
En cada uno de los ciclos de producción, los responsables arrojaron basura y sustancias químicas en un área verde de Sapiranga, en Porto Alegre, y en reiteradas ocasiones enterraron el material en agujeros cavados en el suelo. Entretanto, un adolescente de 17 años sería uno de los líderes de la banda.
Se estima que la fábrica clandestina produciría alrededor de 10 millones de paquetes por mes, con ventas mensuales de 50 millones de reales, unos USD 8,9 millones.
Se trata de una de las mayores operaciones para combatir el contrabando y la malversación de cigarrillos que realizó la Policía Federal de Brasil este año. “Quizás sea una de las mayores aprehensiones en Río Grande del Sur. Son delitos ambientales, posiblemente trabajo esclavizado, uso de menores y obtención de lucro por participación en otras modalidades delictivas”, finalizó Cleo Mazzotti, coordinadora general de la Policía Agrícola de la Policía Federal.