Caacupé 2024
Los comunicadores católicos peregrinaron hasta la Basílica Santuario de Caacupé para reafirmar su compromiso con la verdad, la fe y el servicio a la sociedad, a través de los medios de comunicación.
Se espera un fin de semana pasado por agua con lluvias intensas que podrían tener acumulados importantes, incluso superando puntualmente los 130 milímetros de precipitaciones caídas. Están bajo esa alerta varios departamentos, entre ellos, Cordillera y Central.
El sacerdote César Nery Villagra, encargado de la homilía en el último día del Novenario en honor a la Virgen de Caacupé, puso énfasis en el mandato divino de no rechazar al inmigrante. Destacó que en Paraguay, hijos y descendientes de extranjeros “ayudaron a engrandecer la nación.”
Este viernes es el último día del Novenario en honor a la Virgen de Caacupé y la caravana de los promeseros comienza a aumentar. En ese sentido, el Ministerio de Salud dio una serie de recomendaciones a los peregrinos para evitar malas elecciones a la hora de caminar rumbo a la Basílica.
El grupo Marianos, liderado por el sacerdote José Torres Marín, lanzó una versión rock del himno de la Virgen de Caacupé, en el marco de la festividad de la virgen mariana.
Un grupo de fieles partió este jueves desde Coronel Oviedo en dirección a Caacupé. Serán 80 kilómetros recorridos hasta llegar a la Villa Serrana. Una imagen de la Virgen encabeza la marcha de los peregrinos.
El Ministerio de la Niñez y la Adolescencia reforzará controles de abordaje de menores de edad en la Estación de Buses de Asunción. Tendrá espacios especiales para la atención de los chicos.
El presidente Santiago Peña y toda su comitiva fueron escrachados por varios fieles al término de la misa por el octavo día del Novenario en honor a la Virgen de Caacupé. Un hombre, que estaba con su familia, reclamó “todas las necesidades de un pueblo que llora sangre” en medio de faltantes de medicamentos y la inseguridad. Dijo que lo empujó un escolta presidencial.
Durante la misa en el octavo día de Novenario a la Virgen de Caacupé, el cardenal Adalberto Martínez condenó a aquellos que roban los recursos públicos condenando a cientos de miles a una vida desmejorada e indigna. También abordó la problemática “de nuestra oprimida y devastada” tierra, dañada “por el uso irresponsable y la codicia de unos pocos”.