La Armada Paraguaya informó este miércoles que ya culminaron los trabajos de hermetización y puesta en su posición natural del histórico cañonero Humaitá.
La estructura naval sufrió una inclinación hacia uno de sus lados, a causa del ingreso de las aguas del río Paraguay.
De acuerdo con la institución, los trabajos estuvieron a cargo de buzos de la Marina, quienes realizaron tareas de “achicamiento”, lo que implicó la extracción del agua ingresada, además del adrizado, para poner la embarcación en su ubicación correspondiente.
Asimismo, también se llevaron a cabo obras técnicas de achique, a fin de corregir la escora de 20° hacia la banda de babor, uno de los costados del cañonero, que mostraba el buque Humaitá C-2 tras haber quedado inclinado.
Después de que se dio a conocer que la estructura había sufrido daños el pasado viernes 23 de diciembre, desde la Armada Paraguaya negaron que se tratase de un hundimiento y minimizaron la situación.
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Al respecto, el contralmirante Carlos Díaz, comandante de la Flota de Guerra, dijo que la parte trasera solo sufrió una “inclinación” y que fue un “pequeño incidente” que se dio por un “pequeño ingreso de agua, fruto de un viento que es típico y normal en estas épocas”.
El cañonero sufrió el ingreso de las aguas del río Paraguay mientras estaba en condición de radiado, una situación que significa que ya no es un buque operativo desde hace unos años.
El significativo buque, el cual incluso es insignia de la Marina, estuvo durante 70 años navegando los ríos nacionales y participó en la defensa del país durante la Guerra del Chaco (1932-1935), transportando soldados. En tanto, desde el 6 de setiembre del 2000 se convirtió en el primer museo naval del Paraguay.