El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, informó que de las 405 muestras que se analizaron este viernes, tres resultaron positivas, con lo que ya son 223 los casos de coronavirus registrados en Paraguay desde el inicio de la pandemia.
De los tres que dieron positivo, dos llegaron del exterior y uno no tiene nexo. Asimismo, comentó que tres pacientes siguen internados, mientras que el resto se encuentran con aislamiento domiciliario. La buena noticia es que se registraron ocho nuevos recuperados, con lo cual ya son 78 en total.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, ya adelantó que la cuarentena total se extenderá por una semana más, mientras se ultiman los detalles para la flexibilización del aislamiento.
Puede leer: Covid-19: Gobierno trabaja en un “plan de cuarentena inteligente”
En ese sentido, el Poder Ejecutivo se encuentra elaborando un protocolo que servirá como nueva regla social para movilizarse, asistir al trabajo y para que de a poco se adhieran algunos sectores.
Las fronteras permanecerán cerradas, las clases continuarán con la modalidad virtual, así como los trabajos a distancia de las oficinas corporativas. Los eventos masivos también seguirán suspendidos.
Aquellos trabajos que son necesariamente presenciales, serán incorporados por fases y atendiendo los criterios básicos de bioseguridad e higiene, siendo calendarizados previamente.
Habrá sanciones para las empresas que incumplan las medidas sanitarias y permitan una numerosa presencia de personas en un ambiente laboral.
Lea también: Cuarentena inteligente: ¿Cómo será el proceso de flexibilización?
En lo que respecta a la circulación de personas, se establecerá la regionalización y control de tránsito con base en los datos epidemiológicos de cada departamento.
Paraguay es uno de los países que menos se vieron afectados hasta el momento por el impacto del coronavirus en materia sanitaria, pero muchas familias se ven golpeadas igualmente por el desempleo y las restricciones para poder trabajar normalmente.
Si bien el Gobierno impulsa ayudas económicas para trabajadores afectados, desempleados y familias vulnerables, los programas Ñangareko y Pytyvõ son criticados y no llegan a todas las personas afectadas.