Entre los pobladores que se manifestaron el pasado miércoles, la mayoría son madres de familias, momento en que exigieron a la Policía Nacional y a la Armada más control de ingreso de personas y la detención del microtráfico de drogas.
Según los vecinos, la droga ingresa por diversas embarcaciones y cada vez más personas caen en las adicciones.
En respuesta a la protesta de los vecinos, la Armada Paraguaya reforzó su control en el río Paraguay, sobre todo el tráfico fluvial entre las localidades de Puerto Casado y Tres Cerros, con la incursión de un can antidroga para detectar mercancías ilícitas que puedan ingresar hasta la localidad chaqueña.
Los efectivos de la Policía y de las Fuerzas Armadas se hicieron presentes en el oratorio Caacupemí, donde se debatió sobre el drama que cada vez va en aumento, sin que los principales microtraficantes sean intervenidos por las autoridades.
Los vecinos solicitaron incluso la incursión de la Senad en la zona para combatir la venta de drogas.
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La mayoría de los participantes en la reunión fueron madres y padres de familias que sufren en carne propia el problema de la adicción que va atrapando a cada vez más a adolescentes y jóvenes que caen en el vicio de la droga.
Para combatir el flagelo, hicieron un llamado a las autoridades a realizar un esfuerzo mancomunado para que se otorgue el respaldo necesario por parte de la Policía y la Armada.
No solo en la parte urbana de Puerto Casado circula la droga, sino también revelan que la mayor preocupación se extiende hacia las comunidades indígenas como Riacho Mosquito y la comunidad denominada Pueblito. El primero es un población ribereña, mientras que el segundo está ubicada en el casco urbano.