Hace casi una semana los pobladores del municipio de Concepción iniciaron las jornadas de escrache contra el intendente Alejandro Urbieta (PLRA), desaprobando su gestión y exigiendo su renuncia.
La noche del sábado sirvió a los concepcioneros para aumentar su nivel de indignación saliendo a las calles a escrachar a los concejales que apoyan la gestión del intendente liberal.
Cerca de 2.000 personas marcharon por las calles, llegando incluso a las viviendas de los concejales liberales Asunción Carvallo, Estrella Quevedo, Miguel Domínguez, Sisinia Silva y Gustavo Bonzi, quienes se pronunciaron a favor del actual jefe comunal.
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Los escraches también llegaron a los ediles colorados César Samudio y Enrique Paniagua. La manifestación llegó también hasta la Villa Urbieta, una gran mansión construida tras llegar al cargo los hermanos Alejandro y Luis en la Municipalidad y en la Gobernación.
En el lugar explotaron bombas, tiraron huevos y quemaron cubiertas. Finalmente, la muchedumbre logró llegar frente a la farmacia y vivienda de Hugo Urbieta, padre del intendente Tati Urbieta y del ex gobernador y actual diputado Luis Urbieta. Pese al esfuerzo policial, no se pudo atajar a los manifestantes.
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La manifestación de anoche fue la sexta que se realiza de forma consecutiva. El despertar de los concepcioneros, como llaman a estas acciones ciudadanas, promete no parar hasta la renuncia de Urbieta, acusado de la mala administración de los recursos públicos.
Principales reclamos
La falta de transparencia en las gestiones del jefe comunal, la venta de emblemáticos inmuebles municipales, el pésimo estado de las calles y un millonario endeudamiento son algunos de los reclamos que motivan la gran movilización.