“Prácticamente fue un recibimiento de todo tipo, con piedras, bombas molotov y disparos con armas de fuego. Sentí el impacto en el cuello y los impactos en el pecho no. Solamente cuando reventó uno de mis cargadores que me afectó la parte del rostro y vi la sangre, ahí me percaté”, expresó a Telefuturo el comisario Héctor Acuña, subjefe del Grupo Lince.
Manifestó que al agacharse para volver a alzar su fusil para volver a combatir, sintió un golpe en la cabeza.
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Señaló que lo primero que le pasó por la mente fue su familia y luego, su tropa, a quienes “trataba de no abandonarlos”.
“Escuchaba la voz de mis personales dándome fuerzas. ‘¡Fuerza jefe, te vamos a sacar jefe!’. Eso es lo que a uno le da fuerzas, sabiendo de que su personal está con él”, expresó entre lágrimas y con la voz entrecortada.
El testimonio de un sobreviviente de Veneratio. Un policía que estuvo en la primera línea de Tacumbú.
— Telefuturo (@Telefuturo) December 30, 2023
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En otro momento, lamentó el fallecimiento del agente Martín Mendoza y aseguró que se sentía como el padre de ellos y lamentó no haber estado hasta el último momento con ellos.
“Me siento muy orgulloso de ellos, porque en ningún momento ninguno retrocedió, pese a la juventud de la gran mayoría”, agregó.
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Acuña había sido trasladado en una ambulancia hasta el Hospital de Policía Rigoberto Caballero. Los paramédicos no daban muchas esperanzas por las heridas que sufrió.
Un total de 708 presos fueron trasladados a diferentes cárceles del país, en el marco del operativo Veneratio, que unió a las fuerzas policiales y militares el lunes 18 de diciembre pasado para recuperar el control del penal de Tacumbú, donde los presos tenían fusiles, armas cortas, y hasta dinamita.