La margen paraguaya de la central hidroeléctrica debe USD 140 millones a bancos, proveedores y contratistas, y de esta forma la EBY no es sostenible, según había contado el consejero Ángel María Recalde. El profesional también recordó que los USD 100 millones pagados por Argentina en junio del año pasado no fueron a las arcas de la EBY, sino al Tesoro paraguayo por cesión de energía.
De acuerdo con los últimos datos, Argentina sigue adeudando por cesión de energía un remanente de USD 20 millones y por generación, otros USD 86 millones. Sin embargo, estos números no están actualizados, considerando que la deuda sube mes a mes en caso de compra y cesión de energía.
Recalde, por su parte, adelantaba en diciembre pasado que Yacyretá por sí misma solucionará su crisis financiera y ya está en expectativa un acuerdo, del cual probablemente se hablará esta semana. “Falta firmar el documento (...), no sé si se va a llegar a firmar este año, pero el documento ya está. Ya hay acuerdo sobre eso. Ese documento se firma y vamos a vivir con mayor tranquilidad. Lógicamente, se van a tener que calendarizar los pagos que se tienen pendientes. No es que de hoy para mañana vamos a terminar de pagar absolutamente todo. Eso no es cierto. Pero también se va a tener, dentro de los ingresos previstos, dinero suficiente como para continuar con las obras de Aña Cuá”, había contado el consejero.
En efecto, las obras de la maquinización de Aña Cuá están paralizadas desde enero de 2024, es decir, hace más de un año. El director de la EBY, Luis Benítez, había señalado que habló con el presidente Santiago Peña sobre el reinicio de las obras, revelando que el representante de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe estuvo por la EBY haciendo una presentación, dando dos opciones de financiamiento. “Estamos estudiando con nuestro socio que es Argentina. Ya le hemos presentado (las opciones)”, expresó, detallando que ya se invirtieron USD 220 millones en las obras.