Pese a la escasa documentación que la comuna asuncena remitió, la Contraloría finalmente emitió este miércoles el dictamen sobre el uso que la Municipalidad de Asunción, bajo la gestión de Óscar Nenecho Rodríguez, le dio a los G. 500.000 millones obtenidos mediante bonos emitidos para la financiación de obras.
El ente contralor evidenció varias irregularidades en la gestión de esos recursos y la remisión a una cuenta única, principal argumento de las autoridades municipales.
Contraloría califica de ilegal la Cuenta Única
Como primer punto, se deja en claro que la normativa legislativa que regula la modalidad de la Caja Única expone que esa vía no puede ser aplicada por un gobierno municipal.
En su resolución, la Contraloría explica que la modalidad de Cuenta Única fue dispuesta para administrar provisoriamente el excedente de los organismos y entidades del Estado, y no para financiar el déficit de caja. Asimismo, menciona que la naturaleza de la modalidad “exige ciertas características que deben cumplirse inexorablemente”.
“En el caso de las municipalidades, esa ley está en conflicto con la Ley Orgánica Municipal que prohíbe ejecutar dinero proveniente de la emisión de bonos para pagar gastos corrientes”, señala el informe.
Agrega que dicha ley tiene preeminencia sobre la Ley de Cuenta Única, pues la Ley Orgánica Municipal es una legislación especial para los municipios y la Ley 5097/13, que dispone medidas de modernización de la administración financiera del Estado y establece el régimen de cuenta única y de los títulos de deuda del tesoro público, es una ley promulgada para ser aplicable al Gobierno Central o para los poderes del Estado que cuentan con excedentes financieros dentro del mismo año fiscal.
Dudas sobre la inversión de los bonos
Respecto al uso de los fondos de la Cuenta Única, surgieron “inquietudes significativas” acerca de la legalidad de las inversiones realizadas con los recursos obtenidos con la colocación de bonos.
La Contraloría señala que el Ejecutivo municipal se limitó a exponer de forma genérica las inversiones realizadas por un total de G. 492.000.000.000.
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Al respecto, señala que la mayoría de esas inversiones corresponden a gastos corrientes o pagos que no guardan relación con el uso correcto de los fondos provenientes de los bonos.
Informe fue remitido a la Fiscalía
Gladys Fernández, directora de Control Gubernamental de la Contraloría, dijo a radio Monumental 1080 AM que el documento ya fue remitido al Ministerio Público durante la noche del martes.
“El municipio argumenta que utilizó para otro fin la modalidad de Cuenta Única municipal y, conforme a la Ley Orgánica, esto no debe ser así”, explicó.
Fernández indicó que esto no se trata de una auditoria, sino que es una revisión documental del Gabinete.
Sobre la Cuenta Única, Fernández mencionó que se solicitó una aclaración más al Ministerio de Hacienda para saber cuál es el tratamiento de esa cuenta.
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Informe de Contraloría expone preocupación sobre deudas
El informe de Contraloría menciona que la reestructuración de la deuda pública municipal, por medio de la emisión de bonos G9, con el fin de extender los plazos y asegurar la continuidad operativa del municipio, “genera preocupación debido a las condiciones financieras en las que fueron colocados en comparación a las de los bonos rescatados”.
La discrepancia entre los saldos contables y bancarios, la falta de respaldo documental y las transacciones bancarias expuestas en las cuentas corrientes habilitadas para la administración de los bonos G8 no fueron justificadas documentalmente por el Ejecutivo Municipal.
Todo esto deja en evidencia la difícil situación en la que actualmente se encuentra el municipio y, por ello, el ente contralor consideró obligatorio establecer medidas de control más estrictas y garantizar la aplicación correcta de los recursos financieros.
Semanas atrás, el propio Nenecho detalló dónde y cómo se invirtieron los G. 500.000 millones obtenidos mediante bonos. En esa oportunidad, resaltó la construcción de desagües pluviales y “obras agresivas”, para hacer en corto tiempo “lo que no se hizo en años”.