La cifra está recogida en un informe preliminar sobre los daños en infraestructuras, residencias y propiedades no residenciales afectadas por la tragedia del pasado 28 de setiembre, explicó el BM en un comunicado.
El organismo precisó que la cifra no incluye el daño económico derivado por las muertes, destrucción de tierras o la pérdida de empleos.
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La institución también ha anunciado un paquete de financiación de USD 1.000 millones para las tareas de asistencia y reconstrucción en Célebes y en la isla indonesia de Lombok, también afectada por varios terremotos en agosto.
El préstamo estará disponible según las necesidades y peticiones del Gobierno indonesio, que también ha recibido una subvención del Banco Mundial de USD 5 millones (4,32 millones de euros) para asistencia técnica y de planificación.
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El paquete de financiación irá dirigido a la construcción de hospitales, escuelas, carreteras y suministro de agua, entre otros, así como a fortalecer los sistemas de vigilancia y alarma temprana.
Poco después del desastre en Célebes, el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, reconoció que el sistema de boyas instalado tras el tsunami de 2004, que causó 226.000 muertos en una docena de países bañados por el océano Índico, no funcionaban desde 2012.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han celebrado esta semana una asamblea conjunta anual en la isla indonesia de Bali.