Desde la Pastoral Indígena Espíritu Santo de Nueva Esperanza señalaron que el ataque a tiros fue perpetrado por personas desconocidas, quienes con armas de grueso calibre llegaron a la comunidad a bordo de una camioneta.
En ese sentido, indicaron que apenas descendieron del rodado unas cuatro personas, comenzaron a disparar a mansalva contra las familias indígenas, compuestas en su mayoría por niños, niñas y mujeres y obligándolas a huir desesperadamente al bosque en busca de refugio.
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Asimismo, expresaron que el ataque no terminó ahí, ya que al abordar nuevamente la camioneta, terminaron disparando contra el transformador eléctrico de la comunidad, dejando a oscuras a la comunidad.
“El atropello armado, perpetrado contra los miembros de dicha comunidad, es reiterativo, teniendo en cuenta que existe un conflicto de larga data, dentro del cual se han sucedido una serie de atropellos violentos contra dicha comunidad para expulsarlos de su territorio ancestral, generando amedrentamientos a sus miembros”, explicaron.
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A su vez, manifestaron que este tipo de hechos parecían superados, pero las agresiones, amenazas y atropellos siguen sucediendo en las comunidades de los pueblos indígenas.
Finalmente, recordaron que la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas establece parámetros mínimos de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, que incluyen propiedad de la tierra, acceso a los recursos naturales, respeto y preservación de sus tradiciones y autodeterminación.