La Sociedad Geográfica Rusa (RGO) señaló que se detectó una profunda fosa en las inmediaciones de la isla Alejandro I y de la bahía de Bellingshausen, en la costa de la Antártida.
“La expedición descubrió una depresión de 800 metros, aunque las profundidades circundantes miden unos 200 metros en promedio. Tal fenómeno frente a la costa es una rareza”, detalló la RGO.
El capitán de navío Oleg Ósipov, comandante de la expedición, mencionó que el fondo del mar de Bellingshausen está repleto de surcos longitudinales profundos muy cercanos a la costa. Su origen, según el capitán, son los icebergs y glaciares deslizantes, informó el portal Sputnik News.
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La expedición se inició el 3 de diciembre de 2019 y culminó el pasado 8 de junio. En el marco de la expedición se llevaron a cabo estudios hidrográficos e hidrológicos a gran escala, se verificaron las coordenadas de la isla Pedro I y la ubicación de la costa de las islas de Alejandro I y Rothschild.
Como resultado de la expedición, se realizarán modificaciones en un total de 14 cartas náuticas, agregó la RGO.
Además, indican que bordo del buque de investigación oceanográfica de la Flota del Báltico diversos especialistas participarán en un viaje de circunnavegación del globo dedicado al bicentenario del descubrimiento de la Antártida y a los 250 años del nacimiento del almirante Iván Kruzenshtern.