El informe Análisis del impacto económico de la discriminación y la desigualdad entre la población autóctona y la extranjera residente en España, publicado este lunes, se apoya en datos de 2022 y, principalmente, en el cálculo de los salarios que estas personas dejan de percibir por la discriminación.
La discriminación laboral afecta más a las mujeres
El estudio, realizado por los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid Ramón Mahía y Eva Medina y cofinanciado por la Unión Europea, subraya que las desigualdades en el acceso, permanencia y remuneración en el mercado laboral afectan de manera significativa a la población extranjera, especialmente a las mujeres, con un coste de 12.300 millones de euros (USD 12.915 millones).
La tasa de desempleo de los extranjeros es del 18,2%, frente al 11,6% de la población autóctona, lo que supone una pérdida de 5.100 millones de euros (USD 5.355 millones).
Además, a pesar de que la tasa de actividad entre extranjeros es más alta (71%) que la de los nativos (56%), hay importantes diferencias de participación laboral de las mujeres extranjeras. Ellas tienen un 2,3% menos de probabilidad de emplearse, una brecha que representa una pérdida de unos 1.200 millones de euros anuales ( USD 1.260 millones).
Otra forma de discriminación laboral que señala el informe es la sobrecualificación: Un 15% de los trabajadores extranjeros con estudios superiores y un número considerable de aquellos con secundarios están ocupados en trabajos que requieren menor nivel de formación.
Sobre la discriminación salarial, las diferencias de sueldos entre la población extranjera y la autóctona alcanzan de media los 500 euros mensuales (525 dólares).
Peor rendimiento educativo y más acoso escolar
En la educación, también se observan profundas desigualdades que afectan a la población extranjera desde edades tempranas y limitan sus oportunidades futuras.
La tasa de escolarización de los extranjeros, según el informe, es un 17% inferior a la de los autóctonos: Más de 222.000 jóvenes no acceden al sistema educativo en igualdad de condiciones, lo que tiene implicaciones directas en su desarrollo y capacidad de contribuir a la economía española.
Además, los estudiantes de otros países enfrentan mayores tasas de repetición de curso, un peor rendimiento académico y mayor exposición al acoso escolar.
La población extranjera tiene menos probabilidades de acceder a estudios superiores, lo que supone una pérdida de ingresos a largo plazo que, según el informe, se cuantifica en 4.800 millones de euros al año (USD 5.040 millones).
Según datos ministeriales, 2,9 millones de trabajadores de otros países cotizan a la Seguridad Social española, el 13,6% del total, dos puntos más que en 2022, y los autónomos extranjeros ya suponen el 16%.
Fuente: EFE.