“Nos oponemos firmemente a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en las aguas del Indo-Pacífico”, declararon en un comunicado conjunto los dirigentes de los tres países reunidos en una cumbre en Camp David, cerca de Washington.
“Reiteramos la importancia de la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán como un elemento indispensable de seguridad y prosperidad en la comunidad internacional”, dijo.
“No hay cambios en nuestras posiciones básicas sobre Taiwán y pedimos una solución pacífica de los problemas a través del estrecho”, añadió.
Además, el presidente demócrata anunció una “línea directa” de emergencia para “compartir información y coordinar nuestras respuestas cada vez que haya una crisis en la región o que afecte a cualquiera de nuestros países”, dijo.
Una de sus grandes preocupaciones es Taiwán.
Pekín considera que esta isla con gobierno propio forma parte de su territorio y que volverá algún día bajo su control, por la fuerza si es necesario.