“El Santo Padre desea que sea un momento de máximo recogimiento, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados”, señaló en una nota el portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.
La misa tendrá lugar con motivo del sexto aniversario de la visita del papa Francisco a Lampedusa, la pequeña isla del sur de Italia convertida los últimos años en uno de los puntos de llegada a Europa de inmigrantes.
El anuncio de esta misa dedicada a los refugiados y quienes les asisten se produce en medio de la crisis creada por la entrada en el puerto de Lampedusa de un barco de la ONG Sea Watch con 40 rescatados a bordo y la detención de su capitana, la alemana Carola Rackete, por no respetar la prohibición de entrada.
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El Vaticano, por boca de su secretario de Estado, Pietro Parolin, declaró a este respecto que “la vida humana debe ser salvada de cualquier manera y esto debe ser la estrella polar que nos guíe. Todo lo demás es secundario”, al ser preguntado por el caso Sea Watch.
El barco humanitario había rescatado a 52 inmigrantes en las costas de Libia el pasado 12 de junio, y aunque algunos habían sido desembarcado por razones médicas, seguían a bordo 40 sin que se desbloqueara la situación, lo que llevó a la capitana a forzar la entrada al puerto.
Según Gisotti, en la misa en la Basílica de San Pedro participarán alrededor de 250 personas.