Si bien este texto ya cubre los derechos de los animales vertebrados, el Ejecutivo del Reino Unido estudia ahora respaldar una enmienda presentada en la Cámara de los Lores que contemplaría proteger también los de los invertebrados, como crustáceos y moluscos, informa este miércoles el diario The Times.
El Gobierno encargó el año pasado una revisión independiente de la evidencia científica sobre si los cefalópodos (pulpo, calamar) y los decápodos (cangrejos, langostas) son sensibles. Ese estudio aún no ha concluido, pero se espera que forme la base de la decisión del Ejecutivo.
También la Fundación de Bienestar Animal del Partido Conservador (CAWF, en inglés) publicó un informe el pasado junio en el que aseguraba que existe una “evidencia sólida” de que los pulpos y las langostas son “capaces de sentir dolor”, por lo que pedía explorar si existen formas de “aliviar” su sufrimiento.
De confirmarse la nueva enmienda y de aprobarse la ley, conllevaría la prohibición de prácticas de crueldad animal como envolver y enviar por correo mariscos vivos, o el hervir langostas vivas -ya ilegal en países como Suiza, Noruega o Nueva Zelanda-, que serían sustituidas por formas alternativas “más humanas”, indica The Times.
La Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal sugiere como métodos “menos crueles” aturdir al animal con una pistola eléctrica o enfriándolo en hielo o aire a menos de 4 grados centígrados, entre otros.
Sin embargo, según el periódico, la medida contaría con la oposición de la industria pesquera, que desembarca más de 420 millones de cefalópodos y crustáceos cada año en el Reino Unido.