El medio Platformer, que cita a personas conocedoras del asunto y documentos, explica que durante el partido de la Super Bowl del domingo, un tuit del presidente estadounidense, Joe Biden, sobre su apoyo al equipo de los Philadelphia Eagles tuvo más repercusión que uno similar de Musk, lo que propició una petición de “urgencia” para arreglarlo.
El tuit de Musk, que borró posteriormente, tuvo 9,1 millones de impresiones o visionados (con 128 millones de seguidores), mientras que el de Biden tuvo 29 millones de impresiones (con 37 millones de seguidores).
El medio indica que el mismo domingo Musk voló a San Francisco y se dirigió en persona a unos 80 ingenieros que trabajaron toda la noche para reconfigurar el algoritmo, de manera que “potencia artificialmente” por mil la exposición de los tuits del empresario para que aparezcan priorizados frente a otros en el “feed” donde se ven las publicaciones.
Un primo del magnate que es empleado de Twitter, James Musk, supuestamente envió un mensaje interno a la empresa en la madrugada del domingo pidiendo a cualquiera que pudiera escribir código de “resolver este problema”, agrega el reporte.
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El propio Musk pareció confirmar esa orden el martes, con un mensaje que decía “por favor, sigan conectados mientras hacemos ajustes al... algoritmo” y un meme en el que hacía referencia a que está “forzando” a la red social a consumir “los tuits de Elon”.
Y en la misma red social han aparecido en los últimos días numerosos usuarios que se quejaban de la omnipresencia de Elon Musk en sus propias cuentas, aun cuando no sean seguidores del magnate, pidiendo consejos sobre cómo hacer desaparecer los tuits de éste último.
Desde que compró Twitter a finales del año pasado por 44.000 millones de dólares, Musk ha despedido a buena parte de la plantilla, y la semana pasada supuestamente despidió a un ingeniero de alto rango que le indicó que el impacto de sus tuits había caído orgánicamente al decaer el interés en su persona.
El empresario ha sido criticado por algunas de sus decisiones como jefe, que pasan por readmitir cuentas previamente suspendidas como la del expresidente Donald Trump o cambiar el proceso de verificación.