Hace más de 15 años, entraron como un boom en el mercado gastronómico las empanadas a G. 500, sobre todo en el sector estudiantil, que a diario tenía la posibilidad de comprar ese delicioso alimento e incluirle un par de pancitos a un precio bajo.
Si bien esa tendencia duró algunos años, con el tiempo se fue acabando debido al aumento de los precios en los ingredientes básicos para su elaboración. Actualmente, las empanadas más baratas se venden en promedio a G. 3.000.
No obstante, ante la crisis económica que se siente en varias comunidades, un copetín denominado A&A decidió retomar las ventas de las empanadas a G. 500, que en la primera década del 2000 se expandió por Asunción y Central. Esta vez es en Concepción.
Alice Aguilar, propietaria del local, asegura que las empanadas están bien cargadas y que no son “sonajeros” como supondría su precio.
“Con este precio, muchas personas humildes con G. 2.000 ya tienen un desayuno, así también los niños escolares con poco dinero comen algo”, dijo la mujer.
El copetín está ubicado en el barrio Villa Armando, de la ciudad de Concepción. Los comensales acuden de forma masiva para comprar las empanadas por el buen precio con que son ofrecidas.
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Según el último informe de pobreza del Instituto Nacional de Estadística (INE), realizado en el 2021, al menos 1.951.000 personas viven con ingresos inferiores al costo de la canasta básica.
El costo de la canasta básica de consumo o línea de pobreza total en el área rural fue de G. 554.377 mensuales por persona. Es decir, toda persona con menos de G.18.479 guaraníes estuvo bajo la línea de pobreza total en el área rural.