De momento no hay una confirmación oficial de las autoridades, pero la policía estatal de Maine ha convocado una rueda de prensa a las 22:00 hora local estadounidense (2:00 GMT o 23:00 hora paraguaya) para ofrecer una actualización del caso.
Dos mujeres y 16 hombres, con edades comprendidas entre los 14 y los 76 años, cuyas vidas acabaron el pasado miércoles, cuando un hombre de 40 años llamado Robert Card, militar en la reserva con un historial de problemas mentales, irrumpió en una bolera y en un restaurante con un fusil de guerra.
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El Schemengees Bar and Grille es un lugar muy querido entre la población de Lewiston. Bar y restaurante, funciona como centro de reunión de numerosos grupos de personas y allí se pueden practicar aficiones como el billar, los dardos o los juegos de mesa.
Un padre y su hijo que estaban jugando a los bolos, un matrimonio de septuagenarios y cuatro personas sordas que participaban en un torneo de “cornhole”, un juego de mesa originario de norteamérica, se encuentran entre los 18 fallecidos.
Además de los cuatro fallecidos mencionados que jugaban al “cornhole”, murió Peyton Brewer-Ross, de 40 años, padre de una niña de dos años, mientras que Arthur Fred Strout, de 42 años y padre de cinco hijos, murió mientras estaba jugando al billar, igual que Maxx Hathaway, de 35. Ronald G. Morin, de 55 años, también está en la lista de fallecidos.
El octavo es Joseph Walker, de 57 años, gerente del local. Cuentan los testigos que, antes de ser asesinado, Walker tomó un cuchillo y fue tras el tirador para intentar frenarlo.
Una noche de bolos en familia
Lugar frecuentado por familias, en la bolera Just-in-time Recreation se estaba celebrando un torneo infantil de bolos, por lo que en un principio se temió que los fallecidos fueran niños.
Pero no fue así, ya que el muerto más joven tenía 14 años, Aaron Young, cuyo padre, William A. Young, también falleció.
Murió también el gerente de la bolera, Tommy Conrad, de 34 años, y Tricia Asselin, de 53 años, que trabajaba allí como empleada a tiempo parcial. En su noche libre decidió ir a jugar con su hermana, quien logró escapar, y cuentan los testigos que intentaba llamar al 911 cuando Card le disparó.
Otro de los fallecidos es Michael Deslauriers II, de 51 años, quien, según contó su padre a CNN, murió mientras intentaba cargar contra el tirador.
También fueron asesinados en el centro recreativo Robert E. Violette, de 76 años, un instructor de bolos que estaba enseñando a jugar a los niños, así como su esposa, Lucille M. Violette, de 73 años.
Jason Adam Walker, de 51, William Frank Brackett, de 48 años y Keith D. Macneir, de 64, son los otros fallecidos de las 10 personas asesinadas a tiros en la bolera por un rifle AR-15, un potente arma de guerra semiautomática.
Fuente: EFE.