Por Rodrigo Houdin | @rodrigohoudin
La zona norte del país no solo es considerada como la más peligrosa porque allí operan grupos armados como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Agrupación Campesina Armada (ACA), últimamente la ciudad de Pedro Juan Caballero está en el ojo de la tormenta por los hechos delictivos cometidos por el crimen organizado, que poco tiene que ver con el ciudadano común.
La violencia reinante en la zona de Amambay se puede atribuir -casi en su totalidad- a la mafia de la frontera y a grupos narcos que se aprovechan de las condiciones geográficas de algunas ciudades limítrofes con el Brasil para sacar beneficios económicos.
En el departamento de Amambay ocurrieron en el 2015 un total de 107 homicidios dolosos denunciados y 119 registrados. Según los parámetros de la OMS, cuando las cifras llegan a 10 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, se puede hablar de epidemia.
Según datos del Ministerio del Interior, al cierre del 2015 este departamento tenía 125.989 habitantes. La cifra de homicidios dolosos llegó a 84,93 denunciados y 94,45 registrados. Es decir, 9 veces más que el nivel epidemiológico.
Durante todo el año pasado en el país se registraron 565 homicidios intencionales, de los cuales el 20% corresponden al décimotercer departamento del país. Alto Paraná es el segundo en la lista con 78 homicidios (9,36%).
Crimen organizado.
Según un material periodístico publicado por ÚH en enero del 2016, 8 de cada 10 muertes violentas registradas durante el 2015 en la zona de Amambay fueron cometidas por sicarios (asesinos a sueldo). En promedio se cometieron 9 asesinatos por mes.
Estos homicidios están directamente ligados al crimen organizado que opera, principalmente, en la zona fronteriza con el Brasil.
La violencia e inseguridad reinante en esta zona del país se puede atribuir a los grupos criminales si se toma en cuenta otra de las estadísticas del Ministerio del Interior, la de hechos punibles (delitos comunes).
Según el reporte estadístico de delitos comunes Amambay figura fuera de la lista de zonas consideradas de riesgo en cuanto a robo de objetos (3,3 %), autos (1,2 %) y motocicletas (5,5%).
En el 2015 el Paraguay registró 2.464 robos de objetos (82 en Amambay), 902 robos de motos (50 en Amambay) y 1.050 robos de automóviles (13 en Amambay).
El crimen organizado, liderado por el narcotráfico, se hace fuerte gracias a la frontera seca. Muchos sicarios cruzan desde Ponta Porã para cometer los atentados y luego huyen de nuevo hacia el Brasil y viceversa.
Armas de fuego
De los 565 homicidios cometidos en el 2015, un total de 398 (64,5%) fueron cometidos utilizando armas de fuego y 177 con armas blancas (28,7%). Otros tipos de homicidios se produjeron por estrangulamiento, golpe de puño, entre otros.
Amambay también lideró la lista de homicidios múltiples cometidos durante el 2015, totalizando 18; le siguen Alto Paraná y Concepción, con 16 y 14 respectivamente.
La zona del Amambay, por los datos anuales obtenidos (desde el 2008), se mantuvo en el nivel epidemiológico de muertes violentas. Las estadísticas señalan que en el 2008 se cometieron 99 homicidios, en el 2009 fueron 107, en el 2010 totalizaron 91, en el 2011 eran 84, en el 2012 unos 88, en el 2013 unos 90, en el 2014 fueron 84 y en el 2015 se contabilizaron 119.
Si bien aún no existen datos estadísticos de este año, tomando en cuenta los promedios, las muertes violentas en Amambay hasta junio rondaría las 50, unas 8 por mes y 2 por semana.
La tasa de homicidios anual por cada 100.000 habitantes es el parámetro utilizado para medir el índice de violencia de una ciudad, un departamento o un país. Se utiliza este dato porque el homicidio no cuenta con sub-registros, ya que se cruzan datos de la Policía, la Fiscalía y el Ministerio de Salud Pública.