Los escoceses de Franz Ferdinand volvieron a Paraguay para repasar sus grandes éxitos en el Kilkfest, durante la madrugada de este sábado.
Puntualmente a las 00.00, ya del sábado, Franz Ferdinand subió a un escenario paraguayo después de ocho años de su primera visita.
Los escoceses mostraron una distribución más compacta en relación con los demás grupos que ocuparon el largo y ancho del escenario principal del Espacio Idesa durante el Kilkfest que empezó durante la tarde noche del viernes y continuó hasta la madrugada del sábado.
El cantante Alex Kapranos se mostró con muchas pilas desde el principio. Como cada extranjero que apenas pronuncia palabras en castellano, Kapranos agradeció en guaraní y pronunció la famosa frase “rohayhu Paraguay”, apenas comenzada la presentación de la banda.
Kapranos se alejó un poco de la guitarra para dedicarse más a la voz, a los bailecitos en el escenario y a animar al público. El regreso de los escoceses a Asunción era algo anhelado por el público, ya que en la memoria colectiva está instalada que ellos abrieron el camino para la venida de otros grandes grupos de rock a Paraguay.
A pesar de no contar con Nick McCarthy, su guitarrista original, y sufrir ciertos desperfectos de sonido en el transcurso del show, Franz Ferdinand logró dar un buen concierto. Muchos pedían que no se bajen del escenario. Kapranos cerró con un “aguije, los perros”.
El power de Molotov
La banda Molotov subió antes que los escoceses. El público paraguayo también esperaba ver a los mexicanos luego de muchos años, siendo que el show que debían dar en octubre de 2016 se canceló.
Molotov empezó con mucho power desde los bajos de Micky Huidobro y Paco Ayala, más el bombo de Randy Ebright, que golpeaban en el medio del pecho del público presente.
Los mexicanos, en compañía de Money Mike en los teclados, no tuvieron un buen sonido, pero se encargaron de dar un show con todas las luces y buenas vibras para con el público.
Contraria a las críticas en otros países, Asunción clamó por Puto, tema tildado de homofóbico por algunos sectores. Pero en la parte del coro cambiaron a “esta canción va dedicada a los gobernantes”. Los músicos defendieron en distintas entrevistas la composición alegando que no es contra la comunidad lesbiana, gay, bisexual y trans (LGBT).
Puto desató el mayor pogo de la noche en el Espacio Idesa.
Los mexicanos volvieron después de muchos años y tocaron sus clásicos que marcaron a una generación latina durante la década del 90, como Gimme the power, que fue el más coreado del repertorio. Money Mark terminó con su teclado a sus espaldas. Todos esperábamos que, tanto él como Tito Fuentes, revienten sus instrumentos contra el escenario, pero eso no sucedió.
Los grupos paraguayos
Ripe Bananas Skin agitó a la gente con toda su energía. RBS ya tiene un par de canciones que, tranquilamente, pueden ser consideradas clásicos en lo que a rock nacional se refiere.
Mientras que Villagrán Bolaños tuvo mucho rock. Cada show que ofrecen es sinónimo de potencia en el escenario. La Siega Roots se encargó de dar el toque reggae a la jornada y 9 Bits tuvo la responsabilidad de abrir el concierto.
Las bandas paraguayas, cada vez más, exigen un mayor espacio en eventos de convocatoria internacional, porque, a medida pasan los conciertos, suenan mejor.