El busto, que se remonta a la dinastía Aqueménida y tiene unos 2.500 años de antigüedad, permanecerá expuesto al público en la capital iraní durante 12 días y, a continuación, será devuelto a su lugar de origen, Persépolis.
La pieza -la cabeza del soldado y su lanza- fue hallada hace 90 años y una década más tarde, sacada de contrabando de Irán, según el jefe de la Organización de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo iraní, Aliasghar Munesan.
Munesan explicó que el bajorrelieve iba a ser subastado en Nueva York en octubre de 2017, pero que el Ministerio de Exteriores y la Misión Permanente de Irán ante Naciones Unidas impidieron su venta.
Irán denunció el caso ante un tribunal de Nueva York, que ordenó el pasado julio la devolución de la pieza de piedra caliza al país.
El bajorrelieve fue entregado a funcionarios iraníes en setiembre, durante la visita del presidente iraní, Hasan Rohaní, a Nueva York para participar en la 73 Asamblea General de las Naciones Unidas.
La pieza forma parte de una larga fila de soldados tallados en una balaustrada del edificio central de Persépolis, que fue la capital del Imperio Aqueménida (550-330 a.C) y cuyas ruinas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.