EFE
El show del ídolo adolescente, que tiene la facilidad de congregar también a las madres de sus seguidores, fue precedido por una celebrada sesión de la DJ colombiana Ali Stone, quien además tocó la guitarra y cantó.
El artista empezó su actuación número 128 de la gira, minutos antes de lo previsto, metido en una inmensa caja de cristal sostenida en el aire por cables, cual joya codiciada con locura por todo el público asistente.
“Where are you now” fue el primer hit que cantó el canadiense, haciendo enloquecer al público con una contundente mezcla de electrónica tropical que logró, que apenas dos minutos después de empezar el concierto, sus fanáticos parecieran haber llegado al éxtasis musical.
La presentación, que tuvo lugar en el estadio “El Campín” de la capital colombiana, no escatimó en medios técnicos que permitieron ofrecer a los asistentes, que en todo caso no llenaron el estadio, un espectáculo visualmente impecable e impactante.
En lo musical, Bieber (de 23 años) desplegó su repertorio habitual de canciones que los asistentes entonaron a todo pulmón, llegando a oscurecer la propia actuación del cantante que se movió con sutileza por géneros como el pop, el rock, la música melódica y la electrónica más agresiva.
El canadiense bailó, cantó y realizó pequeños monólogos entre canción y canción, prácticamente imperceptibles debido al estruendo ensordecedor de los miles de seguidores que gritaban sin parar con los ojos iluminados de felicidad por ver a su ídolo, que no visitaba Bogotá desde 2013.
Al parecer, el joven le halló el gusto a la capital colombiana, que hace cuatro años observó con estupor cómo Bieber pintaba en sus paredes una bandera de Canadá -su país natal- presidida por una hoja de marihuana.
Tanto es así que Bieber alargó su estancia en Colombia, llegando el domingo a Bogotá en su avión privado y aprovechando para jugar golf en un club local este fin de semana, mientras se desataba la locura habitual que ya han vivido países como México, Perú, Australia, Chile y Ecuador.
Por lo demás, la zona en donde se realizó el concierto vivió horas traumáticas por los cierres viales que contribuyeron a que el ya caótico tráfico de vehículos de la capital colombiana se acentuara.
Miquel Vera