“Un cambio súperimportante en el que queremos ahora profundizar tras diez años es el de la comunicación directa de las bajas laborales entre la Seguridad Social y las empresas”, dijo a EFE Subirats, quien insistió en que si eso hubiera sido así en el momento del siniestro “ese piloto no habría volado”.
La mujer, que tiene 32 años y 22 en el momento del siniestro, recordó así que Andreas Lubitz, el copiloto que estrelló a próposito el aparato que volaba de Barcelona a Düsseldorf, tenía una baja médica por problemas psicológicos que nunca entregó a la compañía.
Con la reforma legislativa que se hizo en España, ahora el médico puede informar directamente a su empresa (por ejemplo, en este caso a la aerolínea) si diagnostica un problema de salud que puede incidir en su actividad laboral.
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“Ahora lo que queremos es hacerlo extensivo a otros países, al menos a los países de la Unión Europea”, indicó Subirats, que es secretaria de la asociación de afectados por el vuelo GWI 9525.
La catalana dijo estar “muy contenta” por otros avances logrados gracias a la presión de su asociación. “A los huérfanos nos dieron una ayuda extra por perder a uno o dos progenitores y que eso no nos afectase para el cálculo de la renta en IRPF. Fue un logro de la asociación”.
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Respecto al luto por la pérdida de su madre, la mujer explicó que fue “un proceso interno que realizó con el acompañamiento de profesionales de la psicología” y gracias también a su propia red de familiares y amigos.
Hasta Le Vernet, la pequeña localidad francesa en cuyo municipio se estrelló el avión el 24 de marzo de 2015, se desplazaron este lunes 360 allegados de las víctimas para participar en la ceremonia de homenaje celebrada mayormente en la más estricta intimidad.
La española Lourdes Bonet, actual presidenta la asociación de afectados por el vuelo GWI 9525, contó a EFE que hay otros avances que no pueden ser meras recomendaciones.
Así, se refirió a la obligatoriedad de que haya de forma permanente al menos dos personas en la cabina del piloto (en el momento de desastre Lubitz se encerró después de que salió el piloto para ir al baño).
Recordó que por el momento eso es una mera recomendación en la normativa de la Unión Europea (UE) y añadió que “todo lo que no sea norma de obligado cumplimiento es difícil que se ejecute”.
Un homenaje
El homenaje, al que acudió el propio el consejero delegado de Lufthansa (Germanwings era su filial de bajo coste), Carsten Spohr, fue sobrio y con pocos momentos abiertos a los medios.
Las autoridades pidieron respeto a la intimidad de las familias, que guardaron un minuto de silencio a las 10:41 horas, el momento exacto en el que se cumplían diez años de cuando el avión se estrelló en las faldas de una montaña del macizo de los Trois-Évêchés, a unos 100 kilómetros al noroeste de Niza y no muy lejos de la frontera italiana.
“Me siento más tranquila, pero no se ha borrado el dolor. El paso del tiempo lo aligera un poco y hace que tengamos que seguir viviendo, por nosotros y por los que nos dejaron. Es cierto que no todos lo gestionan de la misma manera”, concluyó Bonet, quien perdió a una íntima amiga en la catástrofe.
Fuente: EFE.